viernes, 3 de mayo de 2024

LOS PAPELES DE FACUNDO CABRAL. 23. Transcripción de Juana Macedo. FACUNDO CABRAL.


Si no somos capaces de ver la totalidad no conocemos al mundo, no alcanzamos al hombre que debemos ser. 
Solo cuando veamos la totalidad podremos sacar a la destrucción de nuestra cabeza y al pasado de nuesttra sangre. Debemos animarnos a ver la realidad porque es la que despierta al hombre (sospecho que la realidad y la conciencia son la misma cosa y que la muerte es la primer idea que debemos descartar para recuperar la serenidad y darnos tiempo, aunque la inmortalidad no es para todos, es algo que gana cada uno, como la conciencia que solo tiene el que quiere tenerla, el que se anima a ella).

Debemos salvarnos del peor encierro, que es encerrarse en uno mismo debemos enriquecernos con lo que nos rodea y perder el miedo al acabar con las diferencias. La única muerte sucede en la vida y es la del hombre encerrado en sí mismo. Eternidad, en hebreo, quiere decir victoria, no perduración, entonces muerte significa, perder, no cesar.

Las escalas en Guayaquil siempre son calientes, el calor ocupa todo, por eso nunca supe si hay otra cosa.

En este momento crucial nadie dice no o lo dicen todos a la vez, que es lo mismo porque sino está el uno no hay nadie. Pero yo todavía espero oir la voz del cada uno que hay en cada cual, sino ya habría dejado  de caminar por el mundo.

A veces me encuentro con los hombres-puente, los hombres de la transición, los héroes que comprenden al pasado y se dirigen al futuro con esperanza porque su presente está pleno, lleno de alegría. Por estos individuos vale la pena caminar, agotarse en los aviones y perderse en los hoteles, comer solo y no tener la complicidad de nadie. Estos héroes no buscan la muerte como los políticos y los militares sino la realidad, la vida plena y desnuda, la experiencia ancha, que está en la valentía de la entrega. Por estos hombres hubiéramos llegado a la salvación sin pasar por el exterminio.

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