Los hombres casados no buscan amor
Mujer, entiende esto:
un hombre casado no te busca por amor,
te busca por distracción, por deseo,
por llenar un vacío que ni él mismo entiende,
pero que tampoco quiere asumir.
No va a dejar a su esposa, ni a su casa, ni a sus hijos por ti.
Y si llega a hacerlo,
no será por amor… será por capricho,
y como todo lo que nace del deseo,
se apaga cuando se sacia.
Muchos hombres casados prometen un futuro que no existe,
hablan mal de su esposa,
dicen que ya no la aman,
que solo siguen ahí por los hijos, por costumbre, por compromiso.
Pero la verdad es que nunca piensan irse,
porque lo que buscan no es una nueva vida,
sino una doble vida.
Y tú, mujer, mereces más que ser la aventura de alguien
que no tuvo el valor de arreglar lo que ya tenía.
Ahora bien, si vamos al otro lado…
cuando una mujer tiene un amante,
casi nunca es por deseo,
es por carencias emocionales.
Porque su esposo dejó de mirarla,
porque ya no la escucha,
porque se volvió rutina.
Porque ya no hay detalles,
ni “te quiero”,
ni flores,
ni una caricia en el momento justo.
El amante aparece cuando el esposo desaparece.
Porque mientras él se conforma con traer dinero a casa,
ella se muere por dentro pidiendo atención, cariño,
una señal de que sigue siendo vista,
de que aún es valiosa,
de que alguien nota su presencia.
Hombre casado:
no esperes perderla para entender que no se fue por otro…
sino porque tú dejaste de estar.
No basta con pagar cuentas.
No basta con decir “estoy aquí”.
Una mujer se enamora del trato, del gesto,
del hombre que la elige cada día,
no del que la da por sentada.
Y tú, mujer:
no te confundas.
No te creas la historia de un hombre casado que busca lo que no cuida.
El que no respeta su hogar, tampoco respetará el tuyo.