sábado, 21 de junio de 2025

LINDA REFLEXIÓN

Una mujer de casi setenta años entró a una tienda de ropa.
Llevaba el cabello sin peinar, ropa vieja, sandalias gastadas.
En sus manos traía una bolsa de plástico arrugada y en la cara… un gesto cansado.

Apenas entró, dos empleadas comenzaron a mirarla de reojo.
—No va a comprar nada…
—Seguramente solo viene a ver.

Ella, con una voz bajita, preguntó si tenían vestidos de fiesta.
Las vendedoras se miraron entre sí y una le respondió:

—¿Para qué quiere un vestido así? Aquí vendemos cosas elegantes.

La mujer no contestó. Solo bajó la mirada.
Pero en vez de irse, siguió revisando los estantes…
Y de pronto, tomó un vestido rojo. Lo apretó contra su pecho y sonrió.

—Este es perfecto —dijo.

Las empleadas la miraron con burla, hasta que una se acercó:

—Ese cuesta más de cinco mil pesos… ¿va a pagarlo?

La mujer sacó un sobre viejo de su bolsa.
Y lo vació en el mostrador.
Billetes, monedas, algunos doblados… otros sucios.
Pero ahí estaba el dinero, contado justo.

Las vendedoras se quedaron en silencio.

—¿Para quién es el vestido? —preguntó una, con tono distinto.

La mujer, ahora con los ojos brillosos, respondió:

—Para mi hija.
Hoy cumple dieciocho años.
Tuve a mi hija cuando ya creía que no podía ser madre.
Los médicos decían que no podría… pero Dios me la regaló.
Murió hace dos meses, pero yo prometí que el día de su fiesta… le llevaría el vestido que más le gustara.

Y este… este era el que quería.
Me lo mostró en una foto antes de irse.


A veces juzgamos a la gente sin saber lo que está cargando en el alma.
Y cuando uno solo ve apariencias… corre el riesgo de no ver lo más importante:

El amor que alguien es capaz de dar, aunque ya no tenga a quién dárselo.

-Susana Rangel

viernes, 20 de junio de 2025

En la vida no hay premios ni castigos...

Yo no me olvidé de nadie sus teléfonos también funcionan...

Ellos sentían celos...


“Ellos sentían celos de mí, aún teniendo más que yo.
Ahí supe que era diferente…”

En las sombras de la comparación, entendí:
que no se trata de lo que posees,
sino de la luz que eres capaz de emanar sin pedir permiso.

Cuando otros temen tu brillo,
es cuando sabes que estás tocando lo divino.

El verdadero poder no está en lo material.
Está en lo invisible, en lo que se siente:
el eco de tu ser, el amor que no pide nada y la magia que no necesita explicación.

Soy diferente.
Y en esa diferencia, florezco.
Soy la luz que nadie puede arrebatarme.
Soy la fuerza que crece en el terreno fértil de mi alma.

Elsa María – Mujer Maga

YO SOLO CREO EN DIOS...


Yo solo creo en Dios.
Así, sin tanto alboroto.
Sin versículos recitados de memoria,
sin penitencias que me hagan andar cargando culpas que no son mías.
No voy gritando mi fe por las calles,
ni ando buscando aplausos por creer.
Dios y yo tenemos un acuerdo:
Él me acompaña en silencio,
y yo le agradezco cada día, aunque sea entre dientes.
No necesito una banca de iglesia para hablar con Él.
Le hablo mientras revuelvo el café,
mientras riego mis violetas o le hablo bajito a la luna.
Y cuando me truena una rodilla, también…
Ahí lo invoco, sin que me vea nadie.
No le pido milagros como si fuera cajero automático.
Le pido fuerza. Le pido paz.
Y a veces solo le digo:
Aguántame tantito, Diosito, que hoy me estoy desbaratando.

No tengo estampitas, pero tengo memoria.
Y en mi memoria hay días en que solo su presencia me sostuvo.
Tampoco tengo miedo al infierno,
porque he vivido dolores que ya lo parecen.

Yo solo creo en Dios.
No en quienes lo usan para juzgar o para asustar.
Creo en ese Dios que se sienta conmigo cuando lloro,
que me deja ser libre,
que no me exige perfección ni obediencia ciega.

El Dios que conozco no se ofende si me enojo,
si dudo, o si un día me levanto sin ganas de rezar.
Él sabe quién soy.
Y yo también sé quién es Él:
mi compañero fiel,
mi refugio,
mi silencio sagrado.
No necesito demostrarle nada.
Con vivir con el corazón limpio, ya basta.
Y así voy…
Caminando con Dios a mi manera.
Sin adornos. Sin ruidos.
Solo fe,
de la buena.
De la que no necesita testigos. 
Milka MagTorre
#noborreselautor