"HAY UNA SOLA RELIGIÓN, EL AMOR. HAY UN SOLO DIOS Y ESTÁ EN TODAS PARTES"
jueves, 30 de junio de 2016
Sabiduría, 12.
Sabiduría, 12
1.y tu Espíritu imperecedero está en todo!
2.Así es como corriges de a poco a los que pecan. Les haces ver, mediante tus correcciones, en qué han pecado, para que renuncien al mal y crean en ti, Señor.
3.Así pasó con los antiguos habitantes de tu Tierra Santa:
4.los aborrecías debido a sus prácticas detestables, su brujería y sus ritos impíos,
5.el asesinato sin piedad de niñitos, los banquetes sanguinarios en que comían la carne humana con la sangre y las entrañas, mientras celebraban sus cultos secretos.
6.Habías decidido acabar con esos padres asesinos de seres indefensos por medio de nuestros padres.
7.Querías que esta a la que quieres más que a las demás, fuese la patria de los hijos de Dios dignos de ella.
8.Pero, incluso con estos antiguos habitantes, diste muestra de moderación porque eran seres humanos. Les enviaste, como vanguardia de tu ejército, avispas para que los destruyeran poco a poco.
9.Sin duda, habrías podido aplastar a los impíos por medio de los justos a través de una batalla, o aniquilarlos de un solo golpe por medio de fieras terribles o con una sola palabra salida de ti.
10.Pero, al castigarlos progresivamente, les dabas oportunidad para que se arrepintieran. No ignorabas sin embargo que su interior era perverso y que su maldad era innata, y que no cambiarían,
11.porque su raza había sido declarada maldita desde el principio. De todos modos, no fue por miedo a alguien que dejaste sin castigo sus crímenes.
12.Porque, ¿quién podría decirte: "¿qué has hecho?"; quién podría oponerse a tus decisiones? ¿Quién podría llamarte la atención por aniquilar a naciones que tú creaste? ¿Quién te impediría castigar a hombres injustos?
13.Fuera de ti, que te preocupas de todos, no hay otro Dios al que tengas que probarle que no actuaste injustamente.
14.No hay tampoco rey o soberano alguno que puede oponérsete cuando decides castigar.
15.Puesto que tú eres perfectamente justo, lo haces todo con justicia: harías un mal uso de tu poder si condenaras al que no merece ser castigado.
16.Tu fuerza es el fundamento de tu justicia; como eres el dueño de todas las cosas, puedes también perdonarlas.
17.Muestras tu fuerza a los que ponen en duda tu poder absoluto; castigas la audacia de los que lo desafían.
18.Pero, aunque seas un Señor poderoso, juzgas con moderación y nos gobiernas con mucha paciencia, porque eres libre de intervenir cuando quieras.
19.Al actuar así le has mostrado a tu pueblo que el justo debe amar a todos los hombres, y has dado a tus hijos esa dulce esperanza de que después del pecado les permites que se arrepientan.
20.Incluso con los cananeos, enemigos de tus hijos y dignos de muerte, actuaste con moderación e indulgencia para darles tiempo y oportunidad a que se convirtieran.
21.Pero con tus hijos actuaste todavía con más miramientos, ya que estabas ligado a sus antepasados por juramentos, alianzas y tantas otras bellas promesas.
22.De tal manera que cuando castigas a nuestros enemigos con moderación, lo haces para que aprendamos, para que pensemos en tu bondad cuando nos toque ser jueces, y para que confíemos en tu misericordia cuando seamos juzgados.
23.A los que vivían alocadamente en el mal, los castigaste por medio de sus ídolos abominables.
24.¡Habían llegado muy lejos por los caminos del error, tomando como dioses a los animales más feos y más despreciables! Se habían dejado engañar como niños sin juicio.
25.Así como a niños que no piensan, les dirigiste primero una leve advertencia,
26.pero no comprendieron esos benignos reproches, así que merecían experimentar el juicio de Dios.
27.En medio de sus sufrimientos, se indignaron con esos animales a los que habían tomado por dioses y que ahora se transformaban en los instrumentos de su castigo. Entonces descubrieron y reconocieron como Dios al que antes se negaban a ver: ese fue el motivo del castigo supremo que recayó sobre ellos.
miércoles, 29 de junio de 2016
Sabidurías, 11
Sabiduría, 11
1.La sabiduría hizo que lo que ellos emprendían tuviera éxito gracias a un santo profeta.
2.Atravesaron un desierto deshabitado y levantaron sus tiendas en lugares inaccesibles.
3.Enfrentaron a sus adversarios y rechazaron a sus enemigos.
4.Cuanto tuvieron sed, te invocaron; les diste el agua que brotó de una roca dura: sí, una piedra tosca calmó su sed.
5.Los mismos elementos que habían servido para castigar a sus enemigos se transformaban en benéficos para el pueblo santo.
6.Los Egipcios vieron cómo su río, un verdadero río que corría en todas las estaciones, estaba manchado con un barro sanguinolento:
7.era en castigo por el decreto que había ordenado matar a los recién nacidos de Israel. En cambio, tú diste a tu pueblo, contra toda esperanza, un agua abundante.
8.Después de haber padecido de sed, comprendieron mejor cómo castigabas a sus enemigos.
9.Para ellos la prueba no había sido más que una suave corrección, en cambio veían cuan gran castigo atormentaba a los impíos, cuando los azotaba tu justa cólera.
10.Pusiste a prueba a tu pueblo como un padre corrige a su hijo, pero a sus enemigos los condenaste como lo hace un rey severo.
11.Tuvieron que sufrir con la partida de Israel, y sufrieron también después.
12.Cuando se acordaban de todo lo que les había pasado, sentían una pena doble.
13.Cuando supieron que el agua, instrumento de su castigo, se había vuelto favorable para Israel, reconocieron entonces la mano del Señor.
14.Mucho antes habían expuesto a Moisés a la muerte; más tarde lo habían rechazado con desprecio. Pero ahora lo admiraban debido a esa sed que los devoraba a ellos y no a los justos.
15.Su mal corazón los había extraviado: era una locura que adoraran a reptiles irracionales y a viles animales. Por eso en castigo les enviaste nubes de insectos,
16.para hacerles ver que se los castigaba por lo mismo que habían pecado.
17.Tu mano poderosa sólo tenía que elegir: como tu creaste el mundo a partir de una materia informe, habrías podido enviar contra ellos sin dificultad bandadas de osos o leones indomables.
18.Para castigarlos habrías podido crear nuevas especies, animales llenos de furor, que respiraran fuego, cuyas narices lanzaran un vapor ardiente, cuyos ojos emitieran relámpagos terribles
19.Con solo verlos, antes de ser atacados, se habrían muerto de espanto.
20.Pero aun sin eso, bastó que tu justicia los persiguiera, que tu poderoso aliento los dispersara; pues podías derribarlos de un soplido. No lo quisiste, porque respetas totalmente lo que has dispuesto: mesura, número y peso.
21.En realidad, tú puedes imponerte soberanamente, y ¿quién podría oponerse a la fuerza de tu brazo?
22.El mundo entero está delante de ti como un grano en la balanza, como una gota de rocío que cayó al suelo de madrugada.
23.Pero, porque lo puedes todo, tienes piedad de todos y parece como que no hicieras caso de los pecados de los hombres para que así se arrepientan.
24.Porque tú amas a todos los seres, tú no detestas nada de lo que has hecho: Si no los hubieras querido, no los habrías hecho.
25.¿Cómo podría durar una cosa que tú no quisieras? ¿Qué podría subsistir si tú no lo hubieras llamado?
26.Pero tienes lástima de todo, porque todo te pertenece, ¡oh Señor, que amas la vida,
martes, 28 de junio de 2016
Sabiduría 10
Sabiduría, 10
1.La Sabiduría protegió al padre del mundo, a ese primer hombre que fue formado por Dios y que fue creado como único. Lo levantó de su caída
2.y le dio la fuerza para que dominara a todas las cosas.
3.El hombre se alejó de ella, arrastrado por su propio furor, se hizo malo hasta matar a su hermano y se perdió junto con su arrebato.
4.Pero cuando por culpa de él las aguas inundaron la tierra, la Sabiduría lo salvó una vez más: ella guiaba su barca.
5.Más tarde los pueblos se juntaron para hacer el mal, y la discordia se instaló en medio de ellos. La sabiduría reconoció entonces a otro justo: lo mantuvo irreprochable delante de Dios y le dio la fuerza para sobreponerse a la ternura por su hijo.
6.Ella también libró al justo en su huída, cuando bajaba el fuego sobre las cinco ciudades para aniquilar a los impíos.
7.Y aún hasta ahora permanece un testigo de su perversidad: una tierra árida y siempre humeante, arbustos cuyos frutos no maduran, una columna de sal en recuerdo de la que no creyó.
8.Los que se apartaron del camino de la Sabiduría no sólo fueron castigados, perdiendo su felicidad, sino que sus ruinas están allí como un recuerdo para todos los vivos, para que sus pecados no sean nunca olvidados.
9.En cambio la Sabiduría libró de sus problemas a los que la servían.
10.Condujo por caminos seguros al justo que huía de la cólera de su hermano. Le mostró el reino de Dios y le permitió que conociera a los santos ángeles. Hizo que tuviera éxito en sus trabajos y que fructificaran sus esfuerzos.
11.Lo defendió contra la avaricia de sus amos y lo hizo muy rico.
12.Lo guardó de sus enemigos y lo protegió de los que le tendían trampas. Le dio la victoria en un rudo combate para hacerle entender que la piedad es más poderosa que cualquier otra cosa.
13.La Sabiduría no abandonó al justo cuando lo vendieron: lo preservó del pecado.
14.Descendió con él al pozo y no lo dejó solo en la prisión; muy por el contrario, le confió el poder en el reino y le dio autoridad sobre los que lo habían perseguido. Hizo que quedara al descubierto la mentira de sus calumniadores y le consiguió una gloria que no pasará.
15.La Sabiduría arrancó al pueblo santo, a la raza irreprochable de manos de la nación opresora.
16.Entró en el alma de un servidor del Señor para hacer frente a reyes temibles, por medio de señales y prodigios.
17.Le dio al pueblo santo el pago por sus penas, los guió por un camino asombroso. Los cubría con su sombra durante el día y los alumbraba como un astro durante la noche.
18.Los hizo pasar el Mar Rojo: ¡atravesaron las inmensas aguas!
19.Ella se tragó a sus enemigos, para luego echar sus cuerpos a lo más profundo del mar.
20.De ese modo los justos despojaron a los impíos; ¡cantaron himnos a tu santo Nombre, oh Señor! Con un solo corazón te dieron gracias, porque tú los habías librado.
21.Porque el Señor abre la boca de los mudos y hace hablar a los pequeñines.
lunes, 27 de junio de 2016
Sabiduría 9
Sabiduría, 9
1.Dios de nuestros padres, Señor de misericordia, por tu Palabra hiciste todas las cosas,
2.y por tu Sabiduría formaste al hombre para que domine a todas las criaturas por debajo de ti,
3.para que gobierne al mundo con santidad y justicia, y tome sus decisiones con recta conciencia:
4.dame pues la Sabiduría que comparte tu trono, y no me excluyas del número de tus hijos.
5.¡Mírame, soy tu sirviente, el hijo de tu esclava, un hombre débil cuya vida es breve, demasiado limitado para comprender la justicia y las leyes!
6.Ni siquiera el más perfecto de los hombres será algo sin la sabiduría que viene de Ti.
7.Me elegiste como rey de tu pueblo, como juez para tus hijos y tus hijas.
8.Me has dicho que te construya un templo en la montaña santa, un altar en la ciudad donde habitas, a semejanza de esa Tienda celestial que habías preparado para ti desde el principio.
9.Junto a ti está esa Sabiduría que conoce todas tus obras, que estaba contigo cuando hacías el mundo, que sabe lo que te agrada y está de acuerdo con tus mandamientos.
10.Haz que descienda desde el cielo donde todo es santo, envíala desde tu trono glorioso, para que esté a mi lado en mis trabajos y sepa lo que te gusta.
11.Porque ella todo lo conoce y lo comprende; ella me guiará con prudencia en todo lo que haga, y su majestad me protegerá:
12.Entonces te serán agradables mis obras, gobernaré a tu pueblo con justicia, y seré digno del trono de mi padre.
13.¿Quién, en realidad, podría conocer la voluntad del Señor? ¿Quién se apasionará por lo que quiere el Señor?
14.La razón humana avanza tímidamente, nuestras reflexiones no son seguras,
15.porque un cuerpo perecible pesa enormemente sobre el alma, y nuestra cáscara de arcilla paraliza al espíritu que está siempre en vela.
16.Si nos cuesta conocer las cosas terrestres, y descubrir lo que está al alcance de la mano, ¿quién podrá comprender lo que está en los cielos?
17.¿Y quién podrá conocer tus intenciones, si tu no les has dado primero la Sabiduría, o no le has enviado de lo alto tu Espíritu Santo?
18.Así fue como los habitantes de la tierra pudieron corregir su conducta; al saber lo que te agrada, fueron salvados por la Sabiduría.
domingo, 26 de junio de 2016
sábado, 25 de junio de 2016
Sabiduría, 8
Sabiduría, 8
1.Sí, la sabiduría se extiende de un extremo al otro de la tierra, y en todas partes pone orden.
2.La amé y la deseé desde mi juventud; traté de tomarla por esposa, porque estaba enamorado de su belleza.
3.El hecho de que esté cerca de Dios hace resaltar su noble origen: el Dueño de todas las cosas la amó.
4.Fue iniciada en el conocimiento mismo de Dios, y ella decide qué obras hay que realizar.
5.Si lo que se desea en el mundo es la riqueza, ¿acaso hay riqueza más grande que la Sabiduría, que todo lo realiza?
6.Y si la inteligencia precede a las obras, ¿quién entre los vivos hace las cosas mejor que ella?
7.¿Aman ustedes la rectitud? Sepan que todas las virtudes son fruto de su trabajo; ella enseña la prudencia y la inteligencia, la justicia y el valor; nada hay en la vida que sea más útil a los hombres.
8.¿Busca alguien vastos conocimientos? La Sabiduría conoce las cosas del pasado y prevé el porvenir; sabe interpretar los discursos y resolver los enigmas, anuncia de antemano las señales de la naturaleza y los prodigios, el fin de las épocas y de los tiempos.
9.Por eso decidí tomarla como compañera de mi vida: sabía que me aconsejaría en los momentos felices y me sostendría en las preocupaciones y en las penas.
10."Gracias a la Sabiduría, me decía, seré honrado por las muchedumbres y, a pesar de mi juventud, respetado por los ancianos.
11.Reconocerán en mí un discernimiento penetrante, y los poderosos me admirarán.
12.Si me callo, me esperarán; si hablo, estarán atentos; y aunque se prolongue mi discurso, seguirán escuchándome.
13.Gracias a la Sabiduría obtendré la inmortalidad, y dejaré un recuerdo eterno a los que vendrán después de mí.
14.Gobernaré a los pueblos, y se me someterán las naciones.
15.Soberanos temibles se llenarán de temor al oír hablar de mí; seré bueno con mi gente y valiente en el combate.
16.De vuelta a casa, descansaré a su lado, porque su compañía no es amarga; vivir con ella no cuesta nada, sino que, al contrario, trae alegría y felicidad".
17.Así razonaba conmigo mismo. Comprendí que uno encuentra la vida inmortal en la unión con la Sabiduría,
18.se adquiere una alegría superior gracias a su amistad, una riqueza perdurable gracias a sus desvelos, la inteligencia cuando se ejercita en entenderla, y la fama en las conversaciones con ella. Salí pues en su busca para traerla a mi casa.
19.Había nacido como niño bien dotado, había recibido como herencia un alma buena;
20.o más bien, siendo bueno, había llegado con un cuerpo sin defectos.
21.Pero también comprendía que el único medio para tenerla era que Dios me la diera, y ya era una señal de inteligencia el haberlo comprendido. Por eso me volví al Señor y le supliqué; le dije con todo mi corazón:
viernes, 24 de junio de 2016
Sabiduría 7
Sabiduría, 7
1.No soy más que un mortal como todos los demás, un descendiente del primero que fue formado de la tierra. Mi cuerpo se elaboró en el vientre de mi madre,
2.donde durante diez meses fui modelado en su sangre, a partir del semen viril y del placer compartido en una cama.
3.Una vez nacido, respiré el mismo aire que los demás, y vine a caer en la misma tierra, lancé el primer grito y lloré como ellos;
4.me envolvieron en pañales y cuidaron de mí.
5.Ningún rey comenzó su vida de otra manera:
6.la vida sólo tiene una entrada, y la salida es la misma para todos.
7.Oré y me fue dada la inteligencia; supliqué, y el espíritu de sabiduría vino a mí.
8.La preferí a los cetros y a los tronos, y estime en nada la riqueza al lado de ella.
9.Vi que valía más que las piedras preciosas; el oro es sólo un poco de arena delante de ella, y la plata, menos que el barro.
10.La amé más que a la salud y a la belleza, incluso la preferí a la luz del sol, pues su claridad nunca se oculta.
11.Junto con ella me llegaron todos los bienes: sus manos estaban repletas de riquezas incontables.
12.Recibía con alegría todas esas cosas de que me proveía la sabiduría, pero todavía no sabía que la sabiduría era su madre.
13.Estudié de manera desinteresada, por eso la comparto sin segundas intenciones: es una riqueza que no esconderé.
14.Porque la Sabiduría es para los hombres un tesoro inagotable; los que la adquieren se hacen amigos de Dios, debido a los frutos de su educación.
15.¡Que Dios permita que pueda hablar correctamente de ella y apasionarme por ella en la medida de los beneficios recibidos! Porque él es quien conduce a la Sabiduría y dirige a los sabios.
16.Estamos en las manos de Dios, nosotros, nuestras palabras, nuestras reflexiones y nuestras habilidades.
17.El me dio el verdadero conocimiento de la realidad: la constitución del universo y las propiedades de los elementos,
18.el comienzo, el fin y el entretiempo, las posiciones del sol y la alternancia de las estaciones,
19.los ciclos del año y el movimiento de las estrellas,
20.las diferentes especies y el comportamiento de las fieras salvajes, el poder de los espíritus y los problemas de los hombres, la variedad de las plantas y las propiedades de sus raíces.
21.Supe, pues, todo lo que está oculto y todo lo que se ve, puesto que la sabiduría que lo ha hecho todo me lo enseñaba.
22.En ella se encuentra un espíritu inteligente, santo, único, múltiple, ágil, móvil, penetrante, puro, límpido, no puede corromperse, orientado al bien y eficaz.
23.Es un espíritu irresistible, bienhechor, amigo de los hombres, firme, seguro, apacible, que lo puede todo y que vela por todo, impregna a todos los otros espíritus por inteligentes, puros y sutiles que sean.
24.La sabiduría es más movible que cualquier cosa, gracias a su fuerza atraviesa y lo penetra todo.
25.Se desprende, como un vapor, del poder de Dios, es una emanación muy pura de su Gloria; por eso, nada de sucio se introduce en ella.
26.Es la irradiación de la luz eterna, el espejo sin tacha de la actividad de Dios y la imagen de su perfección.
27.Es una, pero lo puede todo; sin salir de sí misma, lo renueva todo. De generación en generación pasa a las almas santas de las cuales hace amigos de Dios y profetas.
28.Porque Dios sólo ama al que vive con la Sabiduría.
29.Es más bella que el sol y supera a cualquier constelación; comparada con la luz, le gana,
30.porque la noche sucede al día, mientras que el mal jamás vencerá a la sabiduría.
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