LAS PIEDRAS EN TU VIDA
(Transcripción Juana Macedo Reflexiones)
Cierto día un motivador experto estaba dando una conferencia a un grupo de profesionales. Para dejar en claro un punto, utilizó un ejemplo que los concurrentes no olvidaron. De pie, frente al auditorio de gente muy exitosa, dijo:
“Quisiera hacerles un pequeño examen…”. De debajo de la mesa extrajo un jarrón de vidrio, de boca ancha, y lo puso encima, frente a él. Luego, sacó una docena de rocas del tamaño de un puño y empezó a colocarlas una por una en el jarrón. Cuando este estaba lleno hasta el tope y no podía poner más piedras, preguntó al auditorio:
“¿Esta lleno este jarrón?” Todos los asistentes respondieron: “Si”.
Entonces el motivador dijo: “¿Están seguros?”. Y sacó un balde con piedras pequeñas de construcción, echó un poco de ellas en el jarrón y lo movió, haciendo que estas piedras pequeñas se acomoden en el espacio vacío entre las grandes. Cuando hizo esto, cuestionó un vez más:
“¿Está lleno este jarrón?”. Esta vez el auditorio ya suponía lo que vendría y uno de los asistentes exclamó en voz alta: “Probablemente no”.
“Muy bien” –contestó el expositor. Extrajo de debajo de la mesa un balde lleno de arena y procedió a echarla en el jarrón. La arena se acomodó en el espacio entre las piedras grandes y las pequeñas.
Nuevamente, interrogó al grupo: “¿Está lleno este jarrón?”. Esta vez varias personas respondieron a coro: “No”. Y el expositor dijo “!Muy bien!”.
Luego sacó una jarra llena de agua y echó el líquido al jarrón hasta llenarlo. Cuando terminó, miró al auditorio y preguntó:
“¿Cuál creen que es la enseñanza de esta pequeña demostración?”.
Uno de los espectadores levantó la mano y respondió:
“La enseñanza es que no importa que tan lleno esté tu horario; si de verdad lo intentas, siempre podrás incluir más cosas”.
“No –replicó el expositor-, ¡esa no es la enseñanza!
La verdad es que esta demostración nos enseña lo siguiente:
Si no pones las piedras grandes primero, no podrás ponerlas en otro momento…!jamás!.
¿Cuáles son las piedras grandes en tu vida?
¿Un proyecto que deseas hacer funcionar?
¿Tu trabajo, tu educación o tus finanzas?
¿Alguna causa que desees apoyar?
¿Enseñar lo que sabes a otros?
¿Dar o recibir?
Recuerda poner estas piedras grandes primero porque, de hacerlo después, “será tarde! Pues no encontrarás un lugar para ellas.
Así que hoy en la noche, o mañana al despertar, cuando te acuerdes de esta pequeña anécdota, pregúntate a ti mismo cuáles son las piedras grandes en tu vida… Y corre a ponerlas primero en tu jarrón”.
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