Y al revés también. Pues todos somos iguales, ya sean mujeres u hombres. Todos deseosos de conseguir placer, seguridad, algo a que agarrarse. Sin darse cuenta que la seguridad no existe. Sólo existe la absoluta inseguridad para todos. Por lo que al querer conseguir algo que no existe, nos dividimos de la realidad, de lo que es, y empezamos a generar todo el desorden que está en todas partes donde uno vaya.
Y al revés también. Pues todos somos iguales, ya sean mujeres u hombres. Todos deseosos de conseguir placer, seguridad, algo a que agarrarse. Sin darse cuenta que la seguridad no existe. Sólo existe la absoluta inseguridad para todos. Por lo que al querer conseguir algo que no existe, nos dividimos de la realidad, de lo que es, y empezamos a generar todo el desorden que está en todas partes donde uno vaya.
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