Aprendí también que hay un solo lenguaje y es el del corazón, yo me he podido comunicar con turcos, con chinos, con lo que quieran. Aprendí que hay una sola raza, más allá que uno tenga algunas dilectas, como el maya, como el inca, pero hay una sola raza y es la humanidad. El Dios es uno solo, llámenle como quieran, pero es uno solo y está en todas partes, pero principalmente en tu corazón.
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