No hay víctimas ni perpetradores para el alma. Para el alma solo hay maestros.
▪︎Maestros del daño: Pasan por tu vida a recordarte que tu herida infantil sigue abierta, para que la revises con un poco más de amor.
▪︎Maestros de la crítica: Pasan por tu vida a recordarte que tu ego es reactivo, para que lo mires con un poco más de sentido del humor.
▪︎Maestros de la envidia: Pasan por tu vida a recordarte que tu don es prestado, para que lo emplees con un poco más de humildad.
▪︎Maestros del rechazo: Pasan por tu vida a recordarte que ellos son tú, para que ilumines tu inconsciente con un poco más de responsabilidad.
Una vez comprendes esto, no ves enemigos en ninguna parte. El mundo no viene a dañar quién eres. El mundo viene a recordarte quién eres. Cuanto más te olvidas de tu plan en la Tierra, más sientes que todos te “molestan”. Cuánto más consciente eres de tu misión en la Tierra, más sientes que todos te “potencian”.
Por eso, de ti depende que creas que los demás te hacen cosas negativas o positivas. Depende de ti que aprendas que los demás solo te muestran las cosas negativas o positivas que te haces) a ti mismo .
(Desconozco autor)
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