Entramos en la última etapa del viaje y sería bueno hacer un balance del presente, a saber.
El general Becerra quiere hacer algo por la patria y no encuentra mejor cosa que abandonar el país.
El comisario Ortiz que odia a la juventud se enamora de una rubia menor de edad. El comisario que sabe de gente perdida, se pierde por esa rubia campeona del rocanrol.
¡Ahí va la mujer que me gusta, con el hombre que le gusta! Lo que no consiguieron los antiguos griegos, ni el mismísimo Whitman lo consigue Alfonsín con tan solo un café y el encanto del poder, convencer a Borges que la democracia valía la pena.
Celeste Carvallo no deja de gritar y tiene razón. Baglieto sigue llorando porque le da resultado como a Migrejo. Charlie García se aplaude frente al espejo. Sandra se desangra, Espineta no se entiende. Piero manso y tranquilo y yo super podrido. En realidad no estoy super podrido pero era lo único que me rimaba con Piero, manso y tranquilo (risas).
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