ESTOY FELIZ DE ESTAR LOCO. Facundo Cabral.
(Transcripción Juana Macedo)
En las calientes noches del infierno, el diablo me decía por ejemplo, yo no pude hacer nada, ya estaba todo decidido por el Señor: Los camellos al desierto, los leones a la sabana, las panteras a la selva, el cóndor a la montaña, los tigres a la India, los militares a Sud América… (risas).
Cada vez que cuento lo del infierno, hay gente que dice que estoy loco y tal vez tengan razón. El diario de la Nación publicó después que yo vine acá, que yo estaba loco como mi abuela. En el primer momento yo me enoje mucho, pero debo reconocer que tal vez tengan razón.
Mi padre me decía, no vayas a la casa de tu abuela porque está loca, todo el barrio lo sabe, entonces yo corría a la casa de mi abuela, que me recibía luminosa, siempre vestida de blanco, que me abría la puerta cantando, yo le preguntaba ¿Abuela por qué la gente dice que estás loca? Y mi abuela me decía: “Porque canto todo el día en medio de una sociedad de amargados, que matan, que roban, que sufren, que lloran”
¿Y cuándo comenzó la fiesta de tu vida abuela? Le decía. Y ella me contestaba: “Hace un tiempo atrás cuando me detuve a dormir la siesta debajo del árbol grande, allí por primera vez el Señor bajó a mí y me dijo: ¡Bella será tu vida porque yo estaré contigo! y así fue. Por eso canto y río todo el día”
Yo la visitaba permanentemente a mi abuela porque me hacía muy bien estar cerca suyo y porque sentía que a través de su alegría el Señor entraba en mi corazón. Entonces tal vez el Diario La Nación tiene la razón cuando dice que estoy loco… Loco como mi abuela que era feliz en un mundo de amargados, loco como Moisés que durante 40 años anduvo con cuatrocientos mil hombres en busca de la tierra que el Señor le había prometido, loco como Juan el bautista que se enfrentó solo a Herodes. Estoy feliz de estar loco y de no pertenecer al mundo de los cuerdos que estafan desde los bancos, que mienten desde los templos y que matan en nombre de la Patria. (Aplausos)
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