Deja de quejarte y goza del presente. Si te sirve de consuelo, ya has ganado con ese pantalón y esa sudadera que llevas puesto, pues cuando viniste al mundo estabas desnudo.
Para liberarte de la ira y el rencor debes perdonar. El perdón es lo más grande que existe porque te habrás deshecho de las cadenas de tus enemigos, el sentimiento de odio, el resentimiento y el miedo. Tu cabeza te lo agradecerá.
Si aprendes a perdonar, dejarás de ser cómplice de lo que te atormenta.
Deja en el pasado el temor al fracaso y empieza a vivir el aquí y ahora.
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