UNA PALABRA CAMBIO MI VIDA (1).
Facundo Cabral. Transcripción Juana Macedo
Lo conocí a Facundo en Argentina con una ventana al éxito con don Antonio Barros, mi nombre en aquel entonces artístico era Bingo Reina…
Si como no
y tu eras el Indio Gasparino.
-Si cómo no, era indio o me decían indio porque era un salvaje.
Hablando del Indio Gasparino, todos saben de Facundo Cabral pero pocos saben del Indio
-Yo era un salvaje total por eso me decían indio, no me quería ver nadie, era muy peleador e iba con la honda a los clubes, no sé cómo se llama acá… ¿resortera? Iba con la resortera y cuando estaba cantando si por allá había ruido tiraba un par de piedras a los que estaban hablando, en los clubes que eran miles de personas, siempre hablaba alguien. Y a la gente le encantaba porque yo iba a buscar lío, conmigo siempre había lío. Entonces iba a un club y después no me querían llevar más, pero me llamaban como al año porque llevaba mucha gente, con el indio yo en seis meses hice la casa de mi madre. ¿Qué te parece? Un sábado al medio día yo llegué con todo el dinero para comprar la casa al cash, vos lo sabes.
Si yo lo sé.
-Te decís cuando llegas a ese punto, chao ya está mi vida solucionada, yo quería una casa para la reina era mi madre y pongo la plata sobre la mesa y le digo: ¿dónde queres vivir? Y mi madre me dice: ¿Qué hiciste? No pensó que la había ganado cantando. ¿Qué hiciste? Y el mueblero vino muy ilusionado, que era amigo de mi madre y me dice: No, ni sueñes que te venda los muebles yo te los regalo. La gente del pueblo me regalaba las cosas, estaban todos muy contentos, habíamos llegado con tanto hambre ahí y de pronto yo venía, el milagro era que cantando compraba la casa.
“Entre pobres yo nací y entre pobres me crié
Entre pobres voy viviendo y entre pobres moriré,
Yo siempre quise vivir y porque quise yo vivo,
Solo diciendo que se sí, se cumple nuestro destino”
Yo tuve raquitismo de niño, del hambre viste, de la alimentación pésima y nunca tuve fuerzas, yo tenía ganas de cantar, pero no tenía fuerza física, siempre era guapo porque yo iba a la pelea, pero no era que fuera fuerte yo, era atrevido, y canté también de milagro. Yo entré a un hotel en mar de plata al Ermitaya, a pedir trabajo de lo que sea, todavía ni pensé que iba a ser artista, yo llevaba la guitarra y un bolso de lona, entonces me dijeron: ¡Huy te mandó Dios pibe!, yo no sabía por qué? Me dieron un cuarto y yo no lo podía creer, no dije ni buen día y ya me dan un cuarto y me dicen: Si quiere comer marque tal número. Ni bien me quedé solo pedí comida y me duché, pero no sabía qué hacía en ese hotel en mi cuarto, me dieron un cuarto ni bien llegué, yo no sabía por qué yo no había ni hablado y a las dos horas volví a comer y a ducharme, comí como tres veces esa tarde, cuando me echen me voy comido y limpio...(Sigue 2)
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