viernes, 7 de febrero de 2025

NO ME DA MIEDO LA VEJEZ.

No me da miedo la vejez, ni las arrugas, ni los cabellos blancos. Eso es natural, como el río que fluye. Lo que realmente me aterra es perder mi independencia: que mis manos no respondan, que mis piernas se inmovilicen, que mi mente se pierda. No quiero ser una carga, porque siempre he sido fuerte, capaz y dueña de mi vida.

No es orgullo, es necesidad de sentir que aún puedo decidir, que sigo siendo quien soy. La vejez tiene su belleza, pero depender de otros me duele, tanto por mí como por ellos. Sin embargo, si llega ese momento, aceptaré que, así como fui cuidada de niña, tal vez necesite ese amor y paciencia nuevamente.

Mientras pueda, seré libre, independiente. Porque lo que me mantiene viva no son los años pasados o los que vienen, sino la certeza de que sigo siendo dueña de mi vida.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario