lunes, 10 de octubre de 2016

No te lamentes por envejecer




Desde el momento de la concepción estamos viviendo tiempo prestado. Un hombre de verdad es aquél que pudo tomar de la vida todo lo que era valioso de esta, y decir: “Y ahora puedo morir.” Debemos tratar de vivir nuestras vidas de manera que podamos decir cualquier día: “Hoy me puedo morir sin arrepentirme de nada.” (Gurdjieff)

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