jueves, 31 de mayo de 2018

!Buenas noches, dulces sueños!

No rompas el corazon de nadie...

Que todo lo que un día...

Y de repente...

El tiempo pone cada cosa en su lugar...


!Buenos días amigos!


No digas no puedo...

LAS CONFESIONES DE SAN AGUSTÍN. LIBRO DECIMO. 9

9. Pero ¿y qué es entonces? Pregunté a la tierra y me dijo: «No soy yo»; y todas las cosas que hay en ella me confesaron lo mismo. Pregunté al mar y a los abismos y a los reptiles de alma viva, y me respondieron: «No somos tu Dios; búscale sobre nosotros.» Interrogué a las auras que respiramos, y el aire todo, con sus moradores, me dijo: «Engáñase Anaxímenes: yo no soy tu Dios.» Pregunté al cielo, al sol, a la luna y a las estrellas. «Tampoco somos nosotros el Dios que buscas», me respondieron. Dije entonces a todas las cosas que están fuera de las puertas de mi carne: «Decidme algo de mi Dios, ya que vosotras no lo sois; decidme algo de él.» Y exclamaron todas con grande voz: «El nos ha hecho.» Mi pregunta era mi mirada, y su respuesta, su apariencia. Entonces me dirigí a mí mismo y me dije: «¿Tú quién eres?», y respondí: «Un hombre.» He aquí, pues, que tengo en mí prestos un cuerpo y un alma; la una, interior; el otro, exterior. ¿Por cuál de éstos es por donde debí yo buscar a mi Dios, a quien ya había buscado por los cuerpos desde la tierra al cielo, hasta donde pude enviar los mensajeros rayos de mis ojos? Mejor, sin duda, es el elemento interior, porque a él es a quien comunican sus noticias todos los mensajeros corporales, como a presidente y juez, de las respuestas del cielo, de la tierra y de todas las cosas que en ellos se encierran, cuando dicen: «No somos Dios» y «El nos ha hecho». El hombre interior es quien conoce estas cosas por ministerio del exterior; yo interior conozco estas cosas; yo, Yo-Alma, por medio del sentido de mi cuerpo. Interrogué, finalmente, a la mole del inundo acerca de mi Dios, y ella me respondió: «No lo soy yo, simple hechura suya»

miércoles, 30 de mayo de 2018

Tu peor batalla es...

Doy la cara al enemigo...

LAS CONFESIONES DE SAN AGUSTÍN. LIBRO DÉCIMO 8.

8. No conconciencia dudosa, sino cierta, Señor, te amo yo. Heriste mi corazón con tu palabra y te amé. Mas también el cielo y la tierra y todo cuanto en ellos se contiene he aquí que me dicen de todas partes que te ame; ni cesan de decírselo a todos, a fin de que sean inexcusables. Sin embargo, tú te compadecerás más altamente de quien te compadecieres y prestarás más tu misericordia con quien fueses misericordioso: de otro modo, el cielo y la tierra cantarían tus alabanzas a sordos. Y ¿qué es lo que amo cuando yo te amo? No belleza de cuerpo ni hermosura de tiempo, no blancura de luz, tan amable a estos ojos terrenos; no dulces melodías de toda clase de cantilenas, no fragancia de flores, de ungüentos y de aromas; no manás ni mieles, no miembros gratos a los amplexos de la carne: nada de esto amo cuando amo a mi Dios. Y, sin embargo, amo cierta luz, y cierta voz, y cierta fragancia, y cierto alimento, y cierto amplexo, cuando amo a mi Dios, luz, voz, fragancia, alimento y amplexo del hombre mío interior, donde resplandece a mi alma lo que no se consume comiendo, y se adhiere lo que la saciedad no separa. Esto es lo que amo cuando amo a mi Dios.

!Feliz día amigos!

martes, 29 de mayo de 2018

LAS CONFESIONES DE SAN AGUSTIN. LIBRO DECIMO. 1

LIBRO DÉCIMO 1. Conózcate a ti, Conocedor mío, conózcate a ti como soy conocido. Virtud de mi alma, entra en ella y ajústala a ti, para que la tengas y poseas sin mancha ni ruga. Esta es mi esperanza, por eso hablo; y en esta esperanza me gozo cuando rectamente me gozo. Las demás cosas de esta vida, tanto menos se han de llorar cuanto más se las llora, y tanto más se han de llorar cuanto menos se las llora. He aquí que amaste la verdad, porque el que la obra viene a la luz. Quiérola yo obrar en mi corazón, delante de ti por esta mi confesión y delante de muchos testigos por este mi escrito.

No perdiste a nadie...

Te abrazo y deseo un feliz día.


miércoles, 23 de mayo de 2018

Dios no es religión...

Para alcanzar lo que nunca has tenido...

Tanto que yo te busqué...

La educación es el arma...

Y cuando el dolor pase...

Cuando un pueblo trabaja...

!Buenos días amigos!

martes, 22 de mayo de 2018

"Facundo Cabral, feliz cumpleaños 81"

Facundo Cabral nació un día como hoy, el 22 de Mayo de 1937.

Mi maestro quien nunca morirás porque cada dia aprendo más de tus enseñanzas. 

De ti aprendí a tener autoestima "No digas no puedo ni en broma, porque el inconsciente no tiene sentido del humor, lo tomará en serio y te lo recordará cada vez que lo intentes".

A valorarme y creer en mi..."Haz solo lo que amas y serás feliz, el que hace lo que ama esta benditamente coronado al éxito, que llegará cuando deba de llegar, porque lo que debe ser, será y llegará naturalmente"

A ser libre... " Ninguna cosa distrajo la libertad de mi vida, porque una mano ocupada es una mano perdida"

A no dejar que los problemas me agobien...  "Se gana y se pierde, se sube y se baja, se nace y se muere. Y si la historia es tan simple ¿Por qué te preocupas tanto?.

A cuidar mi presente y disfrutarlo... "Cuida el presente, porque en el vivirás el resto de tu vida".

A amar ... "No hagas nada por obligación ni compromiso, sino por amor".

A ser solidaria..." Bienaventurado el que sabe que compartir un dolor es dividirlo y compartir una alegría es multiplicarla"

A conocer a Dios nuestro Padre como tu lo llamabas...  "Dios está en todos, pero no todos están en Dios, por eso se sienten vacíos".

A tener fe... "No te preocupes pensando que es lo que vas a comer, con qué te vas a vestir, que por cosas tan pequeñas el hombre se hace infeliz, porque el Señor sabe bien que necesita tu piel. Anda con Él".

A no estar atado a nada... " Hay una sola religión: El Amor; Hay un solo lenguaje: El del corazón; Hay una sola raza: La humanidad; Hay un solo Dios y está en todas partes"

Por eso y todo lo que nos enseñas con tus mensajes ahora soy libre y feliz...
!Si Señor!  Juana Macedo Palomino

El ser no despierta...

Fui analfabeto hasta los 14 años...

!Buenos días amigos!

jueves, 17 de mayo de 2018

La sonrisa cuesta...

Tu peor batalla...

LAS CONFESIONES DE SAN AGUSTÍN. LIBRO NOVENO. 21, 22

21. Igualmente a esta tu buena sierva, en cuyas entrañas me criaste, ¡oh Dios mío, misericordia mía!, le habías otorgado este otro gran don: de mostrarse tan pacífica, siempre que podía, entre almas discordes y disidentes, cualesquiera que ellas fuesen, que con oír muchas cosas durísimas de una y otra parte, cuales suelen vomitar una hinchada e indigesta discordia, cuando ante la amiga presente desahoga la crudeza de sus odios en amarga conversación sobre la enemiga ausente, que no delataba nada a la una de la otra, sino aquello que podía servir para reconciliarlas. Pequeño bien me parecería éste si una triste experiencia no me hubiera dado a conocer a muchísima gentes –por haberse extendido muchísimo esta no sé qué horrenda pestilencia de pecados– que no sólo descubren los dichos de enemigos airados a sus airados enemigos, sino que añaden, además, cosas que no se han dicho; cuando, al contrario, a un hombre que es humano deberá parecer poco el no excitar ni aumentar las enemistades de los hombres hablando mal, si antes no procura extinguirlas hablando bien. Tal era aquélla, adoctrinada por ti, maestro interior, en la escuela de su corazón. 22. Por último, consiguió también ganar para ti a su marido al fin de su vida, no teniendo que lamentar en él siendo fiel lo que había tolerado siendo infiel.