Para los antiguos, el mundo era esencialmente forma, por eso velan a la infinidad como una imperfección, por eso preferían lo determinado, por eso amaban a la belleza precisa, a los límites que impone la mente, a los contornos que ilumina la imaginación, por eso representaban a lo absoluto con una esfera y veían algo divino en la simetría, por eso el deber religioso del artista era crear formas, y ligarlas para sentir al Universo.
Sin el arte, decían, el mundo es un teatro a oscuras. Cada día es un regalo. Es cierto.
Estoy aquí para recordarte que en una cabeza llena no puede entrar nada, y la vida es el milagro que pasa constantemente, por eso hay que estar vacío para sus novedades, no lleno de opiniones, de teorías y de análisis que solo traen conflictos, basura que enferma y asfixia a la cabeza, por eso jamás encontrarás a un intelectual feliz, siempre fragmentado por tantas preguntas, perdido entre ellas, fuera de él mismo.
No le temas al vacío, no creas que es la muerte, no lo llenes con doctrinas, con malas costumbres heredadas, deja que la vida te llene todas las mañanas, entonces volverás a ser un niño, jugando de asombro en asombro en la existencia, que es plenitud.
Olvídate de lo social, que es una abstracción, vive con los individuos, que es lo único verdadero, cotillos que quieren vivir, y mira desde tu centro, que es el que ve todo, al que solo le llega lo esencial, lo que necesitas para vivir, sin esfuerzo, que es antinatural porque solo debe moverte la fuerza de la vida, por la que sentimos que la madre es la Tierra y nuestro padre el Cielo.
No busques la luz afuera porque la llevas dentro, la tierra prometida está en uno, y esto lo comprobarás cuando despiertes, la vida te dio todo lo necesario al nacer, ponlo en funcionamiento y alcanzarás la plenitud, déjalo suceder, que no te distraiga el pensamiento, barrera que no te permite llegar a tu centro, y libérate de todo apego porque eres el único responsable de tu vida, que te llevará al éxtasis porque la vida es una fiesta, vale la pena animarse a ella y sus peligros, que es lo que la hace más excitante (los viejos sioux les dicen a los jóvenes sioux: Los caminos de la vida los pondrán, inevitablemente, frente a un abismo, salten, y comprobarán que no era tan grande como parecía).
No hagas nada por miedo porque lo aumentarás, la confusión aumenta la confusión, la culpa aumenta la culpa que venimos heredando hace siglos, que nos hace ver a Dios como un juez, no como un padre, el Padre. Acepta el miedo y desaparecerá porque es solo una superstición de tu cabeza, de la memoria que ha sido saturada de miedos (la aceptación termina con el problema).
Di lo que tienes que decir y estarás más liviano, desaparecerá lo que no te deja dormir. No te mientas, entonces todo lo que digas será verdad, y eso traerá paz a mi vida y salud a tu entorno, libérate del odio y tu horizonte se ensanchará, y recuerda que los que se exigen el celibato es porque son declinas de un exceso de sexualidad, les importa demasiado el sexo, por eso se lo prohíben, lo que confirma que no se liberaron de él, como los que se exigen la paz es porque siguen ardiendo de guerra.
Nada puede ser impuesto, lo impuesto no cambia nada, y nada es malo ni bueno, y entender esto trae liviandad, tranquilidad, todo es lo que debía ser, de lo contrario no seria, no puedo cambiarlo pero si aceptarlo, entonces no hay conflicto, y si no hay conflicto la vida sucede naturalmente, la vida que puede traer otra primavera o un nuevo tumor, que a mí, en lugar de matarme, me despertó.
Querer escapar de un sufrimiento es crear otro, que creará otro, y otro y otro, y así hasta lo infinito, y lo ves en la sociedad, donde hasta la tecnología termina trayendo muerte. No se puede evitar al dolor porque es Chico, pero si al sufrimiento, que es intelectual, un monstruo creado por nuestra mente.
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