Dios te puso un ser humano a cargo y ese eres tú. A ti debes hacerte libre y feliz. Después podrás compartir la vida verdadera con los demás. Recuerda a Jesús: "amarás al prójimo como a ti mismo". Reconcíliate contigo, ponte frente al espejo y piensa que esa criatura que estas viendo es obra de Dios y decide ahora mismo ser feliz, la felicidad es una adquisición, no algo que te llegará de afuera. Además la felicidad, no es un derecho sino un deber, porque si no eres feliz estas amargando a todo el barrio. !Si Señor!
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