domingo, 5 de abril de 2020

Mateo 26. 26-46



Mateo 26. 26.Mientras comían, Jesús tomó pan, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: «Tomen y coman; esto es mi cuerpo.» 27.Después tomó una copa, dio gracias y se la pasó diciendo: «Beban todos de ella: 28.esto es mi sangre, la sangre de la Alianza, que es derramada por una muchedumbre, para el perdón de sus pecados. 29.Y les digo que desde ahora no volveré a beber del zumo de cepas, hasta el día en que lo beba nuevo con ustedes en el Reino de mi Padre.» 30.Después de cantar los salmos, partieron para el monte de los Olivos. 31.Entonces Jesús les dijo: «Todos ustedes caerán esta noche: ya no sabrán qué pensar de mí. Pues dice la Escritura: Heriré al Pastor y se dispersarán las ovejas. 32.Pero después de mi resurrección iré delante de ustedes a Galilea.» 33.Pedro empezó a decirle: «Aunque todos tropiecen, yo nunca dudaré de ti.» 34.Jesús le replicó: «Yo te aseguro que esta misma noche, antes de que cante el gallo, me habrás negado tres veces.» 35.Pedro insistió: «Aunque tenga que morir contigo, jamás te negaré». Y los demás discípulos le aseguraban lo mismo. 36.Llegó Jesús con ellos a un lugar llamado Getsemaní y dijo a sus discípulos: «Siéntense aquí, mientras yo voy más allá a orar.» 37.Tomó consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo y comenzó a sentir tristeza y angustia. 38.Y les dijo: «Siento una tristeza de muerte. Quédense aquí conmigo y permanezcan despiertos.» 39.Fue un poco más adelante y, postrándose hasta tocar la tierra con su cara, oró así: «Padre, si es posible, que esta copa se aleje de mí. Pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.» 40.Volvió donde sus discípulos, y los halló dormidos; y dijo a Pedro: «¿De modo que no pudieron permanecer despiertos ni una hora conmigo? 41.Estén despiertos y recen para que no caigan en la tentación. El espíritu es animoso, pero la carne es débil.» 42.De nuevo se apartó por segunda vez a orar: «Padre, si esta copa no puede ser apartada de mí sin que yo la beba, que se haga tu voluntad.» 43.Volvió otra vez donde los discípulos y los encontró dormidos, pues se les cerraban los ojos de sueño. 44.Los dejó, pues, y fue de nuevo a orar por tercera vez repitiendo las mismas palabras. 45.Entonces volvió donde los discípulos y les dijo: «¡Ahora pueden dormir y descansar! Ha llegado la hora y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores. 46.¡Levántense, vamos! El traidor ya está por llegar.»

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