Cuando las puertas se cierran
“Cuando una puerta de felicidad se cierra, otra se abre. Pero con frecuencia miramos tanto a la puerta cerrada que no somos capaces de ver la puerta que se ha abierto frente a nosotros” – Hellen Keller.
En la vida hay algunos momentos que no son lo que esperabas. Lo que parecía que iba a ocurrir, de pronto, desaparece.
Aquí tienes dos opciones: quedarte pensando en todo lo que podía haber sido y nunca fue. O ver lo ocurrido como un aprendizaje y seguir adelante.
Las oportunidades nunca vienen solas y por ello debes estar atento. Todo lo que ocurre tiene un motivo y puede que esa puerta cerrada sea lo que necesitabas para ver más allá.
Deja de mirar la puerta cerrada, gírate hacía lo que está por venir y piensa en positivo. ¡Saldrá bien!
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