miércoles, 30 de abril de 2025

Y si tienes cáncer o sida, pueden pasar dos...

Facundo Cabral decía:
Y si tienes cáncer o sida, pueden pasar dos cosas y las dos son buenas:
si te gana, te libera del cuerpo que es tan molesto (tengo hambre, tengo frío, tengo sueño, tengo ganas, tengo razón, tengo dudas)… y si le ganas, serás más humilde, más agradecido… por lo tanto, fácilmente feliz, libre del tremendo peso de la culpa, la responsabilidad y la vanidad, dispuesto a vivir cada instante profundamente, como debe ser.


Cuando la vida te regale personas...

No conocemos a las personas por accidente

Hay amores que duran para siempre...

AURELIO BALDOR


"No hice un libro para que lo recordaran… lo hice para que nadie más tuviera que tenerle miedo a las matemáticas."

Mi nombre es Aurelio Baldor, y aunque hoy muchos me conocen por ese libro que todos tuvieron en la mochila, mi historia está llena de ecuaciones que la vida me puso sin previo aviso. Nací en La Habana, en 1906, y desde joven me fascinó enseñar. Pero no enseñar fórmulas… sino enseñar con amor. Porque yo mismo sufrí a maestros que enseñaban con miedo, y decidí que si quería cambiar eso, tenía que escribir algo que ayudara a millones.


Escribí el Álgebra de Baldor en medio de noches sin dormir, repasando problemas hasta que fueran tan claros como una charla entre amigos. Pero cuando la Revolución Cubana llegó, mi vida se partió en dos. Fui perseguido por mis ideales, y tuve que huir con mi familia. Dejé mi escuela, mis libros, mi país. Cruzamos a Estados Unidos casi sin nada. Mi álgebra cruzó fronteras conmigo… y fue lo único que no se quedó atrás.


Muchos creyeron que con el exilio mi historia terminaría. Pero lo que nadie sabía era que yo no escribí ese libro para un país… lo escribí para el mundo. Pronto, el Álgebra de Baldor estaba en toda América Latina. Se volvió un clásico. Se volvió la pesadilla de algunos… y el salvavidas de otros. Pero más que números, ese libro era mi testamento: una lección de resistencia.


"Mi álgebra no solo resolvía ecuaciones… resolvía dudas, miedos y silencios de generaciones enteras."


“Hay cosas que no se hacen por fama ni dinero… se hacen porque el conocimiento, cuando se comparte, se convierte en libertad.”


– Aurelio Baldor

lunes, 28 de abril de 2025

Cuando Charlie Chaplin le propuso matrimonio a Oona O'Neill, le dijo:


Él tenía 54 años. Ella solo 18.
Una diferencia de 36 años los separaba, pero algo mucho más grande los unió.

Cuando Charlie Chaplin le propuso matrimonio a la joven Oona O'Neill, le dijo:

"Cásate conmigo para que pueda enseñarte a vivir,
y tú puedas enseñarme a morir".

Con una sonrisa, Oona respondió:
"No, Charlie. Me casaré contigo para que puedas enseñarme a crecer y disfrutar de la vida,
y yo te enseñaré a mantenerte joven hasta el final".

No fue solo una historia de amor.
Fue una unión de corazones.

Pasaron 34 años casados.
Criaron ocho hijos.

Y a pesar de la diferencia de edad, ella permaneció a su lado hasta su último aliento.

No hace falta tener la misma edad para amar profundamente. A veces, todo lo que se necesita es encontrar a tu persona:

Aquel que te ayuda a crecer en sabiduría,
pero mantiene tu alma joven, sin importar los años.
(Vía Lugares Interesantes)