FACUNDO CABRAL 2001, (su mejor entrevista. Final)
TRIBUTO Y HOMENAJE A FACUNDO CABRAL (Transcripción Juana Macedo)
Me preguntó un periodista ¿Cuándo venís, por qué venís, que decide que vengas a un lugar? Y le dije que vengo cuando hay que venir, a decir lo que hay que decir, fundamentalmente que el paraíso no está perdido, está olvidado y que en una eternidad siempre se puede empezar de nuevo.
Algunos dicen ya es tarde, ya tengo 60 años, Einstein a los 60 años, estaría acá contigo, yo le releí a Borges hasta los 85 para que corrigiera, Moisés 80 años dirigía el éxodo, cómo que no puedes empezar, de nuevo cada mañana
“Este es un nuevo día, para empezar de nuevo, para buscar al ángel, que me crece los sueños para cantar, para reír, para volver a ser feliz”
Cada mañana, es la canción que canto cada mañana, le doy las gracias y me digo ahora vas a ver cómo vas a vivir, porque estoy de novio conmigo, me prometo…
En este nuevo día, yo dejaré el espejo y trataré de ser, por fin un hombre bueno, de cara al sol, caminaré y con la luna volaré…
Esto no es tan loco, porque Jesús caminó sobre las aguas, curó con la palabra, y nos dijo cosas más grandes verán, cosas más grandes harán, por eso en una eternidad, porque el tiempo es una invención humana , usted puede empezar de nuevo, ahora mismo le podes decir: basta a la mujer que ya no te gusta, vos que estás ahí, 6 mil millones de seres humanos y estás con la que ya no te gusta, ahora mismo le podés decir: basta al hombre que ya no amas, no viniste a sufrir, ni aguantar, ahora mismo le podés decir: basta al trabajo que odias, el que trabaja en lo que no ama, aunque lo haga todo el día es un desocupado, se está traicionando, el pan que lleva a la casa es pan envenenado, pan robado, por eso le va mal hasta cuando le va bien, ahora mismo le podes decir: basta a las cosas que te encadenan, a la tarjeta de crédito, estás encadenado a una tarjeta. Ahora mismo le podés decir: basta a los noticieros que te envenenan desde la mañana verás que gran diferencia que en lugar de leer el periódico lleno de sangre todas las mañanas, leyeras el Eclesiastés de Salomón, las confesiones de San Agustín, la poesía de Almafuerte, el Tautekin de Lao She, ahora mismo le podés decir basta a los que quieren dirigir tu vida y al miedo que heredaste, porque la vida es aquí y ahora mismo.
“Este es un nuevo día, para empezar de nuevo, para buscar al ángel que nos crece los sueños, para cantar, para reír, para volver a ser feliz… Además lo tenés que hacer ahora, yo le daba la sorpresa a mi madre, yo nunca viví con ella, me fui a los 9 años, éramos muy amigos, pero siempre iba de visita. Yo sabía que ella esperaba que algún día yo me quedara un rato largo, no me lo pedía, pero yo sabía, y dije: Le voy a dar la sorpresa, voy a ir y me va a preguntar cuantos días te vas a quedar? y le voy a decir: me voy a quedar un año con vos, te imaginás que regalo le hacía y que regalo me hacía.
Llegué a las 8 de la mañana, había muerto 8 menos diez, andá ahora, andá ahora, andá ahora y arregla el pleito con tu viejo, no se puede vivir en paz, al que tenés el problema que arreglar, no mandés al abogado, andá vos ahora, y donde tenés que pedir perdón andá ahora, nadie sabe cuándo es mañana… Yo era el hombre más feliz del mundo a las 11 de la mañana, a las 2 me enteraba que había muerto mi mujer y mi hija, por un vuelo que llega tarde… Andá ahora, no mañana. FACUNDO CABRAL.
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