domingo, 11 de septiembre de 2016

Isaías, 4



Isaías, 4

1.Siete mujeres se pelearán por un solo hombre en ese día, y le suplicarán: «Nos alimentaremos por nuestra cuenta, y lo mismo nos vestiremos nosotras, permítenos solamente llevar tu apellido, para salvar así nuestra honra.»

2.Aquel día, el Brote de Yavé será ornamento y gloria de los salvados de Israel; el Fruto de la tierra será su orgullo y esplendor.

3.A los que queden de Sión y al resto de Jerusalén se les llamará santos, pues sus nombres fueron escritos para que tengan vida en Jerusalén. El Señor viene para lavar de sus inmundicias a las hijas de Sión, y para limpiar a Jerusalén de la sangre que ha sido derramada en ella, con el soplo de su justicia que es un soplo de fuego.

4.Entonces habrá sobre el cerro Sión y sobre su Asamblea santa, una nube de día y como resplandor de fuego llameante por la noche. La Gloria de Yavé se extenderá por encima como un toldo

6.o una tienda, para dar sombra contra el calor del día, refugio y amparo contra el temporal.

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