FACUNDO CABRAL. (1983) El mundo estaba bastante tranquilo cuando yo nací. (Monólogo completo. Transcripción Juana Macedo)
El mundo estaba bastante tranquilo cuando yo nací, no había comenzado la segunda guerra mundial, es más ni siquiera existía el sida, lo que quiere decir que los muchachos se podían amar tranquilamente debajo del puente.
Berisso que era mi pueblo estaba lleno de mujeres fáciles, que eran las que nos salvaban de las mujeres difíciles. (risas) Las mujeres fáciles llenaban los bares de marineros, los turcos vendían casa por casa, los contrabandistas por las calles. Era 1937 y todavía no se hablaba de Perón.
Berisso era un puerto lleno de marineros que llegaban hambrientos del mar. Generalmente eran rubios, por eso en Berisso a las mujeres decentes se las conocía por sus hijos morenos (risas…)
El mundo estaba bastante tranquilo cuando yo nací, por eso el viejo Jornaro podía tocar el acordeón hasta la madrugada y nosotros teníamos todo el tiempo para soñar con el mundo, que nos quedaba al norte y nos sigue quedando. El viejo Jornaro tenía una hija la Perla, que había logrado la hazaña de llegar virgen a los cuarenta años (risas…) por eso le decíamos cicatriz, porque lo que tenía era una raya que no había usado nunca, al final se casó con el ciego Soilo que le tapó los oídos para que no escuchara a nadie, le quemó los ojos para que no viera a nadie, le arrancó los dientes para que no le sonriera a nadie, le cortó las manos para que no tocara a nadie, le cortó las piernas para que no se fuera con nadie.
Pero una noche al volver a su casa el ciego Soilo no encontró la Perla, porque la había raptado el dueño de un circo ruso, que la llevó por el mundo para demostrar las infamias de la propiedad privada… (risas) Cuando pusieron la luz blanca en la calle Nueva York, que era la calle principal de Berisso. El viejo Jornaro no volvió a salir de su casa porque tenía miedo a que se le vieran las manchas y los agujeros de la ropa, así murió. Encerrado por culpa del progreso que es la revancha que los inteligentes se toman contra los felices
"El mundo era Berisso, donde sobraba el tiempo y la vida era una fiesta, repleta de marineros, con la cabeza vacía y el corazón contento, yo crecí entre las putas, que eran las reinas del puerto. Comisario, vivía tranquilo, porque no pasaba nada, salvo el tranvía 25, que llegaba a La Plata donde todos estudiaban, para manejar más fácil a la gilada. Verdulero lo sofá va barato y las baldosas calientes eran de los gatos, enfrente del conventillo, había fiesta a cada rato. Cada vez que le nacía un nuevo hijo a Rosario (Aplausos)
El mundo estaba bastante tranquilo cuando yo nací, por eso mi tío Pedro tenía tiempo de meditar la vida. Mi tío Pedro se creía un elegido, hasta que el Comisario le demostró que era un señalado. Mi madre le decía: Vos no tenes cara de sospechoso, vos tenes cara de culpable. (Risas)
Mi tío Pedro me aconsejaba, el dinero no es semilla que se pueda plantar, por eso hay que sacarlo de cualquier banco. Hay tres palabras que no debes olvidar para no morirte de hambre ¡Arriba las manos! Mi tío Pedro era el intelectual de la familia, sabía todo, alguna vez le pregunté cuál era la diferencia entre una mujer linda y una fea y él me dijo: Dos copas.
Por mi tío Pedro supe que el cura es un señor al que todos llaman padre, excepto sus hijos que le dicen tío. Por mi tío Pedro supe que los judíos son prácticos por eso en Israel para disolver una manifestación sacan una alcancía. Por mi tío Pedro supe que el siquiatra es un médico judío que no puede ver sangre. Por mi tío Pedro supe que Bufarrón es un individuo que tiende a ensanchar el círculo de sus amistades. (Risas y aplausos)
Por mi tío Pedro supe que un alemán es un gallego que sabe matemáticas. También por mi tío Pedro supe que los gallegos inventaron el videl, en realidad quisieron hacer una ducha, pero les salió para el culo (risas).
Por mi tío Pedro supe que el pedo es inevitable para el hombre, a los 20 vive al pedo, a los 30 en pedo, a los 40 a los pedos y a los 50 de pedo. (Risas y aplausos)
El mundo estaba bastante tranquilo cuando yo nací, los ríos estaban limpios, el ozono estaba intacto y el aire puro, por eso las aves cantaban su felicidad, era una maravilla vivir.
Mi abuela trabajaba en el campo, pero los sábados bajaba al pueblo y se ponía a predicar en la plaza. Decía por ejemplo: Hay que escapar del capitalismo que toma un hombre útil y lo asciende y lo asciende hasta que lo convierte en un imbécil, hay que escapar del socialismo que toma a un imbécil y lo asciende y lo asciende hasta que lo convierte en un dirigente. Hay que prestarle más atención al cristianismo, si como dice la Biblia es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, a que un rico entre en el reino de los cielos, yo le aconsejo a los ricos del pueblo que aprovechen sus privilegios en la tierra, porque en el cielo no tienen futuuuuro (risas)
Tenía razón la abuela, olvidamos que pertenecemos a la casta de Jesús, por eso tendríamos que estar orgullosos de ser pobres. Nosotros los pobres hacemos el pan, la silla, la mesa, la ventana, la guitarra de cantar la esperanza. Nosotros los pobres trabajamos la tierra y hacemos las casas de los que viven de nosotros. Nosotros los pobres les damos el poder a los abogados, es decir a los políticos que casi siempre nos engañan.
Pero a pesar de tantos siglos de mentiras, a nosotros los pobres jamás se nos ocurre invadir otro país, ni envenenar a los muchachos con la droga, ni matar en nombre de un ideal, ni amargarle la vida a la gente con periódicos, noticieros y telenovelas. Nosotros los pobres le damos personalidad a los países, porque los ricos son iguales en todo el mundo, andan en Mercedes Benz, compran la ropa en París, compran computadoras en Japón, usan rolex, beben whisky, van al psicoanalista y escuchan a Silvio Rodriguez para calmar a su conciencia aunque sea un rato (risas).
Alguna vez el viento del Sur, tiró la casa de mi abuela abajo, mi abuela se quedó sentada, triste entre los escombros, pasó un vecino y le pregunto: ¿Se le cayó la casa abuela? Y ella le contestó: ¡Nooo la desarmé para limpiarla, boludo! (risas y aplausos)
Se estaba quedando sorda la abuela, por eso la vecina que la odiaba, aprovechaba para insultarla. Mi abuela le decía: ¡Buen día vecina! Y la vecina le contestaba ¿Dónde va sorda de mierda? Pero un día le traje un audífono de Buenos Aires, mi abuela estaba feliz, el mundo volvió a tener voces para ella, los pájaros, el viento, el río, la campana del templo, los niños y la vecina que ni sabía que existía el audífono. Una mañana como siempre mi abuela le dijo: ¡Buen día vecina! Y la vecina como siempre le dijo: ¿Dónde va sorda de mierda? Entonces mi abuela le contestó: -No voy, vengo de curarme la sordera ¡la puta madre que te parió! (risas y aplausos)
"Una noche de invierno la vida dijo: vamos y salimos de Berisso, con mi madre y mis hermanos, que triste fue dejar aquella fiesta, que no volví a encontrar, sobre la faz de la tierra. De la mano de Dios y a veces del diablo, sobrevivimos, de puro milagro, pero un poco de hambre y un poco de frío, toda la maravilla que es ser un hombre sencillo" (Aplausos)
Camino a la Patagonia, nos detuvimos un tiempo en la estación López que era un pequeño pueblo que tenía una sola calle, de una sola mano, por eso los que nos fuimos del pueblo no podemos volver sin cometer una infracción. En el pueblo había un solo caballo, lo que quiere decir que cada vez que había un incendio, los bomberos tenían que esperar que el lechero acabara con el reparto. Los bomberos eran tres, el gordo Campañoli que era loco por los animales, Cagliolo que era loco por el vino y el turco Alejandro que era loco. Alguna vez, la suegra del turco Alejandro, salió a dar de comer a las gallinas, pasó distraída cerca de la mula, la mula le dio una patada en el pecho y la mató. Al otro día estaba todo el pueblo en el velorio, pero no por la vieja, sino para comprar a la mula.
El lechero era Manuel, el que una noche de carnaval por culpa del vino, mató a tres personas, después cuando vino la reconstrucción del hecho, volvió a matar a tres personas. (risas) Manuel era tan bueno que al lado suyo el pato Donald parecía un rufián. Manuel era tan bruto que pensaba que matando a la cigüeña la mujer dejaría de tener hijos. Manuel era el más bueno, el más bruto y también el más pobre. No le faltaba nada, era un verdadero demócrata. Manuel era tan pobre, que cada vez que el hijo menor le decía a la madre: Mamá quiero caca, la madre le decía: “no hay” (risas y aplausos).
Manuel tenía poca escuela pero mucho recreo, por eso amaba la ignorancia que es lo que está más cerca de la paz. No olvidemos que Dios aconsejaba no acercarse a los frutos del árbol del saber, por eso los intelectuales que son ateos son tan amargos, con recordar la cara de Sábato, es suficiente. Con recordar la cara del ingeniero Ecogaray es suficiente, aunque yo le digo bioquímico porque se pasó toda la vida analizando la cagada de los demás (risas)
Sebastián era el pícaro del pueblo, se la pasaba engañando a la gente, por eso cuando los conservadores ganaron las elecciones, lo pusieron de jefe de prensa y difusión, era el hombre indicado, hubiera hecho una gran carrera política, pero la mujer lo agotó, lo agotó porque quería que saliera a la mañana como si fuera Kissinger y volviera a la noche como si fuera Tarzán (risas) Al final lo tuvimos que internar. Una mañana la enfermera que le estaba tomando la presión con esa goma que se infla, se distrajo hablando por teléfono y siguió inflando, inflando e inflando hasta que Sebastián se convirtió en una pelota de goma gigantesca, salió por la ventana del hospital, anduvo volando por el pueblo como dos horas, la gente del pueblo extrañada lo miraba y decía: ¡Esta es una injusticia del Señor a este que fue un hijo de puta lo convirtió en ángel! Después cayó, cayó en el fondo de la casa del comisario, hizo un pozo tan grande que aparecieron, tres empresarios, dos jueces y un abogado que habían desaparecido tiempo atrás.
De pueblo en pueblo aprendí a cantar de los cantores callejeros, en los mercados, en las plazas, en los templos y las estaciones de trenes, eran ciegos, mendigos, indios, anarquistas. Oyéndolos pensé el hombre que canta estas cosas, no puede morir jamás.
"Los cantores de mi pueblo, llevan gorra bataraza, pañuelo en el cuello y a veces bufanda, me gusta la camiseta, la camiseta de prisa y armar su propio cigarro con una sonrisa. Los cantores de mi pueblo, con su guitarra barata, van de boliche en boliche, por toda la patria, llevan dentro del estuche, en el lugar más cuidado, una foto de don Carlos, el del mercado de abasto. Los cantores de mi pueblo se enamoran muy seguido, de las muchachas robustas que encuentran en el camino, se juegan la vida enfrentando a la injusticia, pero frente al amor, caen de rodillas" Los cantores de mi pueblo tienen como favorita, la flor más humilde, la margarita. (Aplausos)
Al final llegó la fama, que es una prostituta que se da al mejor postor, aunque sea el peor. Yo pensaba que con la fama se arregla todo, los dolores de cabeza, los problemas sociales, los cortes de luz, la copa América, pero no. Es más todo se complica porque la fama casi siempre trae dinero y yo no fui la excepción. Por culpa del dinero mis parientes que siempre tuvieron hábitos sencillos, se dieron cuenta que necesitaban collares, automóviles, tarjetas de crédito, videocaseteras y vacaciones en el Caribe.
Para los que quieren confort la fama es la solución, no el trabajo, porque ya está comprobado que el trabajo no enriquece a nadie, los rusos lo saben, por eso les digo a los interesados en el dinero que el camino es la fama, no el trabajo. Además se puede llegar a la fama de muchas maneras, bailando como Sergio Velasco Ferrero, hablando por teléfono como Susana Giménez, llorando como los Visconti, o pegándole a todo el mundo como Tyson (risas). Ya ven que no es tan difícil ser famoso, en el mundo en que vivimos, cualquiera puede serlo, aunque sea por quince minutos.
La fama te da todo pero a cambio de tu libertad, porque te esclaviza a la gente con la que tenes que ser eternamente simpático, y a los periodistas con los que tenes que ser eternamente convincente y novedoso. ¿Y quién carajo puede ser convincente y novedoso todo el tiempo? (risas) Además por bien que te portes siempre habrá algún periodista que publique que no pagas tus deudas, que cobras demasiado caro, o que cobras barato porque sos un demagogo, porque cantar gratis es una limosna y la limosna no sirve.
La fama te obliga a sonreírle a los presidentes y hablar boludeces con los gobernadores, la fama es una prisión de oro, una enfermiza hembra que te expone ante cualquiera, que ilumina los rincones de tus debilidades o multiplica tus aciertos.
En mi caso decía Borges, la fama es un error unánime y es verdad, la fama es un error unánime al que uno no debe sumarse, para que la fama sea nada más que un bullicio que sucede fuera de uno. Yo lo intenté pero no soy un hombre social. Badía y Mareco saben que lo intenté, lo sabe Neystadt, lo sabe Antonio Carrizo, lo sabe Julio Márbiz, lo sabe Mauro Viale, estuve muchas veces con todos ellos en sus programas, lo sabe Clarin, La Nación, Crónica, los periodistas de muchos países lo saben, no soy un hombre social.
La gente sabe que lo intenté pero no soy un hombre social, me cuesta meter los pies en los zapatos y las manos en los guantes, no sé recibir premios, nunca pude meterme dentro de un esmoquin como Sinatra o Mateyko. No sé qué hacer con los Discos de Oro. Nunca aprendí a hacer un best seller, es más casi me avergüenza firmar libros, nunca tengo hambre en las cenas de gala. Mi corazón se ahoga en las embajadas y las inauguraciones. Por eso decidí volver a la paz del anonimato.
Yo no soy un hombre social, pero de todas maneras soy un aristócrata porque mi Padre es el rey, el rey del universo que no me privo de nada, ni siquiera de la miseria y la soledad, inevitable para crecer. Habito un palacio de cinco continentes y tengo todo el tiempo que hay (Aplausos)
"Por mucho que disimule, se nota mi libertad. Privilegio que el esclavo, nunca me perdonará. En cualquier lugar que cante, aunque hable de mariposas. El pobre siempre se asusta y el rico siempre se enoja".
De aquí a allí, los tiempos cambiaron mucho. Por ejemplo ahora a los viejecitos se los mete a un geriátrico. En aquella época, se los sacaba temprano a la calle para que no jodieran en la casa. Mi abuela decía: “Saquen al abuelo afuera, entren al abuelo que está lloviendo, saquen al abuelo que ya se secó…” (risas)
Los tiempos cambiaron mucho, por ejemplo ahora veraneamos en el mar, antes se veraneaba en la vereda. Cuando llegaba el verano, mi abuela sacaba la silla a la vereda y allí tomaba el sol. Tenía una silla tan baja, que cada vez que el gato pasaba debajo de ella con la cola levantada, mi abuela decía: ¡algo es algo! (jaaajaa)
Un día mi tía le dijo: “Abuela, Elena anda hablando de usted por detrás” y mi abuela le pregunto: ¿Y se le entiende? (risas)
Una tarde llegó gente del asilo de ancianos y le preguntó a mi tía si quería colaborar con algo y ella dijo: “Si, llévese a la abuela” (risas)… Y ya no la volvimos a ver…
Abuela, ¿por qué la gente del pueblo decía que estabas loca? -Y porque me llenaba la cabeza de flores y cantaba por la calle- ¿Y cuándo te volviste loca abuela, cuándo empezó la fiesta de tu vida? –Hace muchos años, una tarde me detuve debajo del árbol grande a dormir la siesta, allí por primera vez, el Señor bajó a mí y me dijo: “Bella será tu vida porque yo estaré contigo” -y así fue, por eso cantaba y reía todo el día. A mí me gustaba estar cerca de la abuela porque sentía que a través de su alegría, el Señor entraba a mi corazón y así fue-.
Mi abuela amaba a San Francisco, ¿Y quién no? Por eso había escrito una frase de Francisco en la pared de la cocina. Y cada vez que llegaba un forastero a la casa, mi abuela le decía: ¡Allí está la fórmula de la felicidad!
Y tenía razón porque la frase de Francisco decía: “Deseo poco y lo poco que deseo, lo deseo poco”. Sabio Francisco, sabía que el deseo es el principio del conflicto, a cuanto más deseo, más desdicha. El deseo es un deseo insatisfecho, decía la Cal que de estas debilidades sabía mucho, por culpa del deseo vivimos ansiosos, sufrimos estrés No es vida competir permanentemente para tener más y más. Es suicida luchar para tener lo que nos esclavizará, en lugar de salvarnos del deseo, aceptando lo que Dios decide darnos cada día, Él sabe lo que necesitamos. El agradecido termina siendo agraciado. Y la gracia es la PAZ.
"Yo conocí a la paz, tenía ojos celestes, y una ventana con rejas a la salida del puente, nunca le dije nada, pero ella lo sabía, es imposible esconder al amor que te ilumina"
La mujer en el paraíso mordió la manzana diez minutos antes que el hombre y mantuvo esos minutos de ventaja hasta ahora (risas). Esa misma ventaja nos llevan los hermanos de la colectividad judía de la que siempre dependemos a saber.
Moisés honorable judío se ocupó de nuestra cabeza, Jesús honorable judío se ocupó de nuestro corazón, Marx honorable judío se ocupó de nuestro estómago, y Freud honorable judío se ocupó de nuestro sexo. Después llegó otro honorable judío Einsteing y nos demostró que todo eso era relativo. (Risas)
Con los años fui creciendo inevitablemente, de mujer a mujer, de canción en canción y de país a país, fui conociendo las maravillas del mundo, por ejemplo Colombia que es un anticipo del paraíso, o México que es un largo domingo, donde la canción es la manera más amorosa de la oración. (Aplausos)
En el mundo también comprobé con dolor de que el miedo es el segundo idioma de cualquier país. El primero es el dinero, hemos puesto al dinero en el lugar de Dios y así nos va. Hemos cambiado al cielo por un banco, el mundo era un paraíso pero nosotros permitimos que los peores lo conviertan en un mundo mercado mediocre, en un campo de batalla donde todos pelean contra todos por un dólar, por una libra esterlina, por el petróleo, por una isla, por el poder, o lo que sea. Pero nosotros somos buena gente, por eso tenemos que tener muchos hijos para que los malos no nos ganen las elecciones. Es peligroso que el poder esté en manos de los peores, los que siguen estafando, explotando y mintiendo al hombre, manteniendo ejércitos y pudriendo el aire y los ríos. (aplausos)
En Calcuta el dinero no se ve por ningún lado, pero en Miami el dinero llega de cualquier parte. En Paraguay por culpa de Stroessner ser paraguayo ya no es una nacionalidad, sino un estado de ánimo y malo, Stroessner llegó al colmo de prohibir al Sida por decreto.
En España había un dictador, pero ahora gracias a la Democracia, hay cuarenta millones de dictadores. En España cada uno tiene su canción inglesa, su cerveza alemana, su automóvil japonés y su novia drogadicta-
Los franceses son raros, no sé de qué están orgullosos, porque Napoleón era Corso, el Arco de Triunfo fue construido para que pasaran los Nazis, la torre Eiffel es obra de un Belga y el más representativo de los cantantes franceses Eugenio Montale es italiano. (risas)
En Estados Unidos todo es posible, allí uno puede hacer lo que quiera, un sabio atómico, o un narcotraficante, un millonario o un hippie, hasta se puede ser un mal actor y un mal presidente a la vez. En Estados Unidos nadie te molesta es el único país donde un cantante negro como Michael Jackson se puede convertir en una mujer blanca como Liz Taylor. (risas)
En Estados Unidos la droga mete en el pozo a los jóvenes, pero los evangelistas los sacan para que la ciencia los cure y el Ejército los mande a Nicaragua (risas y aplausos)
En Estados Unidos los mercaderes quieren convertir al hombre en un consumidor, los políticos en un cómplice, los mormones en un mormón y Stallone en un idiota.
Cuba es un país extraño, tiene el gobierno en La Habana, la administración en Moscú, el ejército en Angola y la población en Miami. (risas)
En Argentina no se puede vivir, el costo de vida es tan alto que lo único barato es el sueldo (risas) Antes dije que la gente de La Recoleta era tan indiferente que si llega a caer la bomba atómica allí rebota (jaaja) pero ahora digo que se la comen. Porque Alfonsín consiguió la igualdad, ahora somos todos pobres, estamos tan mal que ahora cuando se habla de los ricos se habla de los únicos dos que quedan, Bunge & Born nos vamos para abajo, y un ejemplo al que antes a los golpes de Estado los dirigía un general, ahora un teniente coronel. Lo que quiere decir que el próximo dictador puede ser un sargento, un cabo, o un agente de tránsito. (risas)
Adán debe haber sido argentino, andaba desnudo, no tenía luz ni agua, nadie le daba crédito y el boludo creía que estaba en el paraíso. (risas y aplausos)
A pesar de las dictaduras. A pesar del Fondo Monetario Internacional y la Unión Cívica Radical, llegué a los 52 años, cómo no creer en los milagros, solo un milagro me hizo sobrevivir a tanto boludo, porque hay muchos tipos de boludos, por ejemplo:
El boludo informático que es un boludo computado.
El boludo optimista que cree que Noé es boludo.
El boludo pesimista que cree que solo él es boludo.
El boludo telescópico porque desde lejos se ve que es un boludo.
El boludo fosforescente porque hasta en la oscuridad se ve que es un boludo.
El boludo esférico que es boludo por todas partes.
El boludo amigable que se hace amigo de cualquier boludo.
El boludo culto que sabe muchas boludeces.
El boludo simpático que divierte con sus boludeces.
El boludo consciente que sabe que es boludo.
El boludo valiente que da la vida por cualquier boludez.
El boludo de sangre azul que es hijo y nieto de boludos.
Y el más peligroso de todos el boludo demagogo que cree que el pueblo es boludo.
Si yo fuera presidente de esta querida esquina del mundo que es Argentina, le daría a mi pueblo la buena noticia de que solo perdimos dinero porque el resto está en su lugar, las montañas, los valles, los ríos, el amor que es la presencia de Dios que nunca nos abandona y el mar que todavía espera debajo de las baldosas del banco central y la casa de gobierno.
"Que se lleven los guantes, me dejen las manos, llévense también el saco que tengo el sol y el verano, para que lo quiero el saco si tengo el sol y el verano. Que se lleven la camisa, que me dejen la sonrisa, déjenme la libertad quédense con la justicia, con la mesa y con la silla. Que se lleven todo el oro que me dejen la madera, para cuando no haya sol hacer una hoguera, hacer una hoguera para quemar lo que sea" (aplausos)
Cuando regresé la estación López había cambiado mucho por lo que siempre temimos, el progreso que llegó con el tren que traía licuadoras, secadores de pelo, computadoras, pestañas postizas, cortadoras de césped, pelucas. Por culpa del progreso comenzamos a corres, es decir, ya no nos deteníamos en las cosas de la vida, ya no compartíamos los sueños, ni nos mirábamos a los ojos, ni le poníamos el hombro al vecino. Por culpa del progreso pusimos llaves a nuestras puertas, por miedo a que nos robaran la máquina fotográfica o la video casetera.
Un día cansado de tanta tristeza, nos reunimos en la plaza y decidimos mandar a un carajo las cosas del progreso que tanto mal nos hiciera. La radio en la que Tina Turner gritaba tanto que nos secaba las plantas y asustaba los gatos, el televisor con sus boludeces y sus malas noticias, la heladera que solo podíamos llenas a fuerza de horas extras, el teléfono por donde nos llegaban las amarguras de la familia.
Liberado del progreso que se alimenta de carne humana, que exige armamentos que nos condenan al hambre y a la muerte, nos salvamos de los políticos y sus mercaderes, del impuesto y el estrés de la casa blanca y de Margaret Thatcher, que si no cambia el carácter se quedará soltera como la madre.
Liberados del progreso la vida volvió a ser una fiesta. Al fin y al cabo la vida es un sueño porque para Dios siempre somos niños.
"No cuenten conmigo para seguir mintiendo, les dejo la plancha yo me voy con el viento, yo no juego más al juego social, yo quiero vivir en la realidad. Contento y tranquilo, tranquilo y confiado, llegaré a todas partes si no voy a ningún lado"¡SI SEÑOR! (aplausos)
¡SI SEÑOR! (Transcripción Juana Macedo)
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