sábado, 4 de abril de 2020

Mateo 26. 1-25


"Evangelio según San Mateo, 26 1.Cuando Jesús terminó todos estos discursos, dijo a sus discípulos: 2.«Ustedes saben que la Pascua cae dentro de dos días, y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado.» 3.Por entonces, los jefes de los sacerdotes y las autoridades judías se reunieron en el palacio del sumo sacerdote, que se llamaba Caifás, 4.y se pusieron de acuerdo para detener a Jesús con artimaña y darle muerte. 5.Pero se decían: «No será durante la fiesta, para que el pueblo no se alborote.» 6.Jesús se encontraba en Betania, en casa de Simón el leproso. 7.Se acercó a él una mujer mientras estaba a la mesa, con un frasco de mármol precioso lleno de un perfume muy caro, y se lo derramó en la cabeza. 8.Al ver esto, los discípulos protestaban: «¿Para qué tanto derroche? 9.Este perfume se podía haber vendido muy caro, para ayudar a los pobres.» 10.Jesús se dio cuenta y les dijo: «¿Por qué molestan a esta mujer? Lo que ha hecho conmigo es realmente una buena obra. 11.Siempre tienen a los pobres con ustedes, pero a mí no me tendrán siempre. 12.Al derramar este perfume sobre mi cuerpo, ella preparaba mi entierro. 13.En verdad les digo: dondequiera que se proclame el Evangelio, en todo el mundo, se contará también su gesto, y será su gloria.» 14.Entonces uno de los Doce, que se llamaba Judas Iscariote, se presentó a los jefes de los sacerdotes 15.y les dijo: «¿Cuánto me darán si se lo entrego?» Ellos prometieron darle treinta monedas de plata. 16.Y a partir de ese momento, Judas andaba buscando una oportunidad para entregárselo. 17.El primer día de la Fiesta en que se comía el pan sin levadura, los discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron: «¿Dónde quieres que preparemos la comida de la Pascua?» 18.Jesús contestó: «Vayan a la ciudad, a casa de tal hombre, y díganle: El Maestro te manda decir: Mi hora se acerca y quiero celebrar la Pascua con mis discípulos en tu casa.» 19.Los discípulos hicieron tal como Jesús les había ordenado y prepararon la Pascua. 20.Llegada la tarde, Jesús se sentó a la mesa con los Doce. 21.Y mientras comían, les dijo: «En verdad les digo: uno de ustedes me va a traicionar.» 22.Se sintieron profundamente afligidos, y uno a uno comenzaron a preguntarle: «¿Seré yo, Señor?» 23.El contestó: «El que me va a entregar es uno de los que mojan su pan conmigo en el plato. 24.El Hijo del Hombre se va, como dicen las Escrituras, pero ¡pobre de aquel que entrega al Hijo del Hombre! ¡Sería mejor para él no haber nacido!» 25.Judas, el que lo iba a entregar, le preguntó también: «¿Seré yo acaso, Maestro?» Jesús respondió: «Tú lo has dicho.»

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