VENGO DE TODAS LAS COSAS –FACUNDO CABRAL
(Transcripción Juana Macedo)
Yo soy el hijo de Sara y con eso es suficiente, hermano de Oswaldo y Néstor, uno jazmín, otro viento, soy cuñado de Cristina y también lo soy de Martha que me dieron dos sobrinos, más aun, dos esperanzas. Uno se llama Leandro y el otro se llama Sergio, uno clavel, otro pueblo, como para no andar cantando con todo lo que yo tengo, caray lo tendría todo si no me faltara el miedo.
Yo soy amigo de Pepe al que una noche en Tandil, el vino le quedó chico y se le dio por morir, soy el cantor de mi pueblo, se robar y se mentir y se de cuántas maneras el hombre puede vivir. Larala, larala… (aplausos)
De Tandil que es de dónde vengo a este lugar, solo hubo que dar un paso, lo demás lo sabe Dios, pero eso no viene al caso. No viene al caso decía, decía y aun lo dijo: Todos vamos por el tiempo andando el mismo camino, andando el mismo camino de la vida hacia la muerte o de la muerte a la vida, como más les guste a ustedes.
Sobre gustos nada escrito, dice el antiguo refrán: a mí me gusta el silencio, pero mucho más cantar, cantar milonga por supuesto, la milonga es campo abierto por donde el hombre camina, más que una forma de canto es una forma de vida; el sur, el amado sur es la libertad sobre la pampa tendida, esperando que despierte el hombre sus maravillas, el hombre se hace cantor por amor a ese silencio que guarda la libertad, en la guitarra y el verso.
La copla es la voz de Dios confiándonos el secreto, por eso si eso es milonga, lo que se diga es cierto…
Traigo en las manos el verso, las flores y la manzana, traigo también el agua y los panes que Dios dejó en mi ventana, traigo las puertas abiertas de la noche y la mañana, un canto venezolano y una duda Tucumana.
Traigo el amor que mi pueblo canta en milonga sencilla y una baguala modesta para contar maravillas, traigo la fe de los hombres, la luna de las muchachas y si no traigo esas cosas, entonces no traigo nada.
No soy cantor porque pueda, sino porque tengo ganas, me gusta más que el esfuerzo la fuerza de la guitarra, conozco todas las cosas de la cifra y el poder, ninguna como Atahualpa, nunca me pudo mover, larala, larara
No busco la recompensa ni me importa la balanza, para el cantor verdadero, ser cantor es la alabanza. No soy pobre por dinero, ni porque no tengo tierras, soy pobre porque no tengo hay… una mujer que me quiera.
Entre las cosas que mueren supongo que está el ayer, y nada tan imposible como el retroceder, el movimiento es la causa fundamental de la vida, la muerte no me convence, hay, hay…con sueldo casa y comida.
Andando todos los vientos al Machu Picchu llegué, gracias al sol y los incas, al huevo pude romper, entonces como ave, como tierra y algodón, pude entender que soy todo y que ese todo es Dios, ¡Si señor!, hay quien duda todavía que nosotros somos ellos y olvidan que lo de afuera continúa lo de adentro,
Adentro del mar, adentro donde la isla de pascua, en medio del paraíso donde el Caribe descansa, al sur de la Patagonia o al norte de Cochabamba, en donde Lima es el mundo o Bolivia la nostalgia, en donde quiera que sea que el hombre pasó y pasa, en ese lugar hermano, estuvo y está mi casa.
Vengo de antes y de nunca, vengo de siempre y ahora vengo del tiempo infinito de las piedras y las olas, vengo de toda las cosas, pero vengo de la flor, si ella no dice nada, hay… que puedo decirte yo (aplausos)
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