Él tenía 54 años. Ella solo 18.
Una diferencia de 36 años los separaba, pero algo mucho más grande los unió.
Cuando Charlie Chaplin le propuso matrimonio a la joven Oona O'Neill, le dijo:
"Cásate conmigo para que pueda enseñarte a vivir,
y tú puedas enseñarme a morir".
Con una sonrisa, Oona respondió:
"No, Charlie. Me casaré contigo para que puedas enseñarme a crecer y disfrutar de la vida,
y yo te enseñaré a mantenerte joven hasta el final".
No fue solo una historia de amor.
Fue una unión de corazones.
Pasaron 34 años casados.
Criaron ocho hijos.
Y a pesar de la diferencia de edad, ella permaneció a su lado hasta su último aliento.
No hace falta tener la misma edad para amar profundamente. A veces, todo lo que se necesita es encontrar a tu persona:
Aquel que te ayuda a crecer en sabiduría,
pero mantiene tu alma joven, sin importar los años.
(Vía Lugares Interesantes)
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