"HAY UNA SOLA RELIGIÓN, EL AMOR. HAY UN SOLO DIOS Y ESTÁ EN TODAS PARTES"
sábado, 31 de diciembre de 2016
!FELIZ AÑO NUEVO 2017
Gracias a Dios por un Nuevo Año 2017, una nueva oportunidad para disfrutar de la Vida, por este año que nos espera con nuevas oportunidades, no se olviden que cada día se puede empezar de nuevo, gracias por darnos la oportunidad de transmitir pensamientos positivos, Lo más importante es que seamos Felices y eso solo depende de nosotros, es tu decisión, vive la vida día a día con los seres queridos, viaja, visita, llama, disfruta, alégrate... VIVE.
viernes, 30 de diciembre de 2016
jueves, 29 de diciembre de 2016
Anécdotas de Mahatma Gandhi
Anécdotas de Mahatma Gandhi
Cuenta la historia que Mahatma Gandhi estudiaba en la Escuela de Derecho en "The College University" en Londres, y el profesor Peters, buscaba siempre la menor oportunidad para expresar su repudiable animadversión. Gandhi ante sus irónicos ataques nunca bajó la cabeza.
Un día, el profesor Peters estaba almorzando en el comedor de la Universidad, Gandhi vino con su bandeja y se sentó al lado del catedrático.
El profesor, en tono altanero le dijo:
- Señor Gandhi, ¿no sabia usted que un puerco y un pájaro no pueden sentarse nunca a comer juntos?
A lo que Gandhi contestó:
- Esté usted tranquilo, que ya me voy volando; y se cambio de mesa.
El señor Peters, verde de la rabia, decidió vengarse en el próximo examen, pero Gandhi respondió con brillantez a todas las preguntas.
Entonces; el profesor le hizo la siguiente pregunta:
- Señor Gandhi, Usted va caminando por la calle y se encuentra con una bolsa; dentro están la sabiduría y mucho dinero ¿cuál de los dos escogería?
Gandhi respondió sin titubear:
- ¡Naturalmente que el dinero profesor!
El profesor Peters sonriendo, le dijo:
- Pues yo, en su lugar, hubiera preferido la sabiduría ¿No le parece?
Gandhi respondió:
- Profesor, cada uno toma lo que no tiene.
El profesor Peters, histérico ya y fuera de si, escribió en la hoja del examen, ¡ IDIOTA ! y se la devolvió al joven Gandhi.
Gandhi tomo la hoja y se sentó. Al cabo de unos minutos se dirigió nuevamente al profesor y le dijo:
- Profesor Peters, usted me firmó la hoja, pero no me puso la nota.
Jeremías, 18
Jeremías, 18
1.Aquí viene una palabra que Yavé dirigió a Jeremías:
2.«Levántate y baja a la casa del que trabaja la greda; allí te haré oír mis palabras.»
3.Bajé, pues, donde el alfarero que estaba haciendo un trabajo al torno.
4.Pero el cántaro que estaba haciendo le salió mal, mientras amoldaba la greda. Lo volvió entonces a empezar, transformándolo en otro cántaro a su gusto.
5.Yavé, entonces, me dirigió esta palabra:
6.«Yo puedo hacer lo mismo contigo, pueblo de Israel; como el barro en la mano del alfarero, así eres tú en mi mano.
7.A veces yo hablo respecto de algún reino o de alguna nación, amenazando con destruir y arrancar.
8.Mas ellos cambian su proceder, dejando la maldad que yo denunciaba. Entonces, yo también cambio mis proyectos y ya no les quiero causar ningún mal.
9.Otras veces, yo hablo respecto de alguna nación, o de algún reino, prometiendo edificar y plantar.
10.Mas ellos hacen lo que me desagrada y dejan de escuchar mi voz. Entonces yo también me arrepiento y ya no quiero hacerles el bien que prometía.
11.Pues bien, oigan lo que dice Yavé a la gente de Judá y a los habitantes de Jerusalén: Sepan que yo estoy preparando contra ustedes una desgracia. Arrepiéntanse cada uno de su mal proceder, y mejoren su conducta y sus obras.»
12.Pero ellos respondieron: «¡Basta! Nosotros haremos según nos parezca.» Y cada uno sigue sus propias ideas, por malas que sean
13.Debido a todo esto, así habla Yavé: Averigüen entre las naciones y vean si alguien oyó cosa semejante: una cosa horrible ha hecho la Virgen de Israel.
14.¿Han visto ustedes que haya desaparecido de las altas cumbres la nieve del Líbano, o que se hayan secado las aguas poderosas, frescas y corrientes?
15.¡Y bien, mi pueblo me ha olvidado y quema incienso a cosas que no valen nada! Lo han desviado de sus caminos, de sus viejos senderos, para tomar caminos horrorosos, rutas intransitables.
16.Lograrán que su país se vuelva un desierto, un objeto de risa eterna: todo el que pase quedará sorprendido de eso y meneará la cabeza.
17.Como si fuera el viento de oriente, los desparramaré frente al enemigo. La espada y no la cara les mostraré, en el día de su calamidad.
18.Ellos decían: «Vengan, tramemos un atentado contra Jeremías, porque no por eso van a faltar sacerdotes que nos digan la Ley, ni sabios que den consejos, ni profetas que transmitan palabras de Yavé. Vengan, debemos contradecirle y no hacer más caso a todas sus palabras.»
19.Atiéndeme, Yavé, mira lo que dicen mis adversarios.
20.¿Acaso se paga mal por bien? ¿Y cómo es que ellos están haciendo un hoyo para mí? Recuérdate cómo me presenté a ti para hablarte en su favor y para apartar de ellos tu ira.
21.¡Entrega, pues, sus hijos al hambre, déjalos a merced de la espada! Que sus mujeres se queden sin hijos ni maridos. ¡Que sus esposos sean muertos por la peste y sus jóvenes atravesados por la espada en la guerra!
22.Que se oigan salir gritos de sus casas cuando tú envíes, de repente, contra ellos bandas de salteadores, ya que han cavado una fosa para cazarme y han escondido trampas por donde yo paso.
23.Tú, Yavé, conoces en detalle sus planes asesinos contra mí. No perdones su crimen ni se te olvide su pecado. ¡No pierdas de vista su destrucción, cuando se desate tu cólera, actúa, no más, contra ellos!
miércoles, 28 de diciembre de 2016
TAL VEZ SOY POBRE EN LA TIERRA, PERO SOY RICO EN EL CIELO. Jeremías, 18
TAL VEZ SOY POBRE EN LA TIERRA, PERO SOY RICO EN EL CIELO.
Jeremías, 18
Jeremías, 18
1.Aquí viene una palabra que Yavé dirigió a Jeremías:
2.«Levántate y baja a la casa del que trabaja la greda; allí te haré oír mis palabras.»
3.Bajé, pues, donde el alfarero que estaba haciendo un trabajo al torno.
4.Pero el cántaro que estaba haciendo le salió mal, mientras amoldaba la greda. Lo volvió entonces a empezar, transformándolo en otro cántaro a su gusto.
5.Yavé, entonces, me dirigió esta palabra:
6.«Yo puedo hacer lo mismo contigo, pueblo de Israel; como el barro en la mano del alfarero, así eres tú en mi mano.
7.A veces yo hablo respecto de algún reino o de alguna nación, amenazando con destruir y arrancar.
8.Mas ellos cambian su proceder, dejando la maldad que yo denunciaba. Entonces, yo también cambio mis proyectos y ya no les quiero causar ningún mal.
9.Otras veces, yo hablo respecto de alguna nación, o de algún reino, prometiendo edificar y plantar.
10.Mas ellos hacen lo que me desagrada y dejan de escuchar mi voz. Entonces yo también me arrepiento y ya no quiero hacerles el bien que prometía.
11.Pues bien, oigan lo que dice Yavé a la gente de Judá y a los habitantes de Jerusalén: Sepan que yo estoy preparando contra ustedes una desgracia. Arrepiéntanse cada uno de su mal proceder, y mejoren su conducta y sus obras.»
12.Pero ellos respondieron: «¡Basta! Nosotros haremos según nos parezca.» Y cada uno sigue sus propias ideas, por malas que sean
13.Debido a todo esto, así habla Yavé: Averigüen entre las naciones y vean si alguien oyó cosa semejante: una cosa horrible ha hecho la Virgen de Israel.
14.¿Han visto ustedes que haya desaparecido de las altas cumbres la nieve del Líbano, o que se hayan secado las aguas poderosas, frescas y corrientes?
15.¡Y bien, mi pueblo me ha olvidado y quema incienso a cosas que no valen nada! Lo han desviado de sus caminos, de sus viejos senderos, para tomar caminos horrorosos, rutas intransitables.
16.Lograrán que su país se vuelva un desierto, un objeto de risa eterna: todo el que pase quedará sorprendido de eso y meneará la cabeza.
17.Como si fuera el viento de oriente, los desparramaré frente al enemigo. La espada y no la cara les mostraré, en el día de su calamidad.
18.Ellos decían: «Vengan, tramemos un atentado contra Jeremías, porque no por eso van a faltar sacerdotes que nos digan la Ley, ni sabios que den consejos, ni profetas que transmitan palabras de Yavé. Vengan, debemos contradecirle y no hacer más caso a todas sus palabras.»
19.Atiéndeme, Yavé, mira lo que dicen mis adversarios.
20.¿Acaso se paga mal por bien? ¿Y cómo es que ellos están haciendo un hoyo para mí? Recuérdate cómo me presenté a ti para hablarte en su favor y para apartar de ellos tu ira.
21.¡Entrega, pues, sus hijos al hambre, déjalos a merced de la espada! Que sus mujeres se queden sin hijos ni maridos. ¡Que sus esposos sean muertos por la peste y sus jóvenes atravesados por la espada en la guerra!
22.Que se oigan salir gritos de sus casas cuando tú envíes, de repente, contra ellos bandas de salteadores, ya que han cavado una fosa para cazarme y han escondido trampas por donde yo paso.
23.Tú, Yavé, conoces en detalle sus planes asesinos contra mí. No perdones su crimen ni se te olvide su pecado. ¡No pierdas de vista su destrucción, cuando se desate tu cólera, actúa, no más, contra ellos!
martes, 27 de diciembre de 2016
Jeremías, 17 En tu amor coloco mi vida.
Jeremías, 17
1.El pecado de Judá está escrito con un punzón de acero, con una punta de diamante; está grabado sobre la tabla de su corazón y sobre los cuernos de sus altares.
2.Sus altares y sus postes sagrados lo recuerdan debajo de los árboles verdes, en las lomas altas
3.y los cerros del llano. Tu riqueza y todos tus tesoros los entregaré al saqueo, en pago por todos tus pecados cometidos en tus santuarios altos por todo tu territorio.
4.Tendrás que desprenderte de la propiedad que te había regalado, y te haré esclavo de tus enemigos en una tierra desconocida, porque has encendido el fuego de mi ira, que quemará eternamente.
5.Así habla Yavé: ¡Maldito el hombre que confía en otro hombre, que busca su apoyo en un mortal, y que aparta su corazón de Yavé!
6.Es como mata de cardo en la estepa; no sentirá cuando llegue la lluvia, pues echó sus raíces en lugares ardientes del desierto, en un solar despoblado.
7.¡Bendito el que confía en Yavé, y que en él pone su esperanza!
8.Se asemeja a un árbol plantado a la orilla del agua, y que alarga sus raíces hacia la corriente: no tiene miedo de que llegue el calor, su follaje se mantendrá verde; en año de sequía no se inquieta, ni deja de producir sus frutos.
9.El corazón es lo más complejo, y es perverso: ¿quién puede conocerlo?
10.Yo, Yavé, yo escudriño el corazón y sondeo las entrañas; yo doy a cada cual según su conducta y según el fruto de sus obras.
11.El que amontona riquezas injustamente es como la perdiz que se echa sobre huevos ajenos; tendrá que dejarlas, en la mitad de su vida, y al final no será más que un insensato.
12.Un trono glorioso y excelso, es nuestro Santuario:
13.esperanza de Israel, Yavé, los que te traicionan serán confundidos. Los que se rebelan serán borrados del país, porque abandonaron el manantial de agua viva.
14.¡Devuélveme la salud, Yavé, y quedaré sano! ¡Sálvame y estaré a salvo! Pues mi esperanza eres tú.
15.Mira cómo me dicen: ¿Una palabra más de Yavé? ¡Que se cumpla, pues!
16.A pesar de esto yo no te he obligado a lo peor, no he anhelado que llegue el día fatal, tú lo sabes bien; todo lo que ha salido de mis labios está claro para ti.
17.No me hagas caer en el susto, tú, que eres mi refugio en el tiempo malo.
18.¡Que sean humillados mis perseguidores y no yo; que ellos tiemblen de miedo, no yo! Desata sobre ellos todas las calamidades, aplástalos bien aplastados.
19.Me llegó una palabra de Yavé: «Anda a la puerta que llaman "Puerta del Pueblo", por donde entran los reyes de Judá. Irás también a las demás puertas de Jerusalén
20.y dirás: Escuchen la palabra de Yavé, ustedes reyes de Judá, y también ustedes que habitan en Jerusalén y pasan por estas puertas:
21.Si ustedes quieren salvar la vida, cuiden de no llevar carga el día sábado, y de no hacer entrar en Jerusalén sus productos en ese día.
22.No salgan cargados ese día, ni hagan trabajo alguno, sino que santifiquen el día sábado como se lo mandé a sus padres.
23.Ellos no me obedecieron ni escucharon mi mandato. Se pusieron duros de cabeza, para no oír ni aceptar mis advertencias.
24.Pero si ustedes me hacen caso -palabra de Yavé-, y santifican el día sábado, sin realizar en él trabajo alguno, y no entran cargados por las puertas de Jerusalén, entonces habrá reyes que se sientan en el trono de David.
25.Entrarán por estas puertas con sus carros y sus caballos, ellos y sus cortesanos, y también la gente de Judá y de Jerusalén, y esta ciudad será habitada siempre.
26.Aquí subirán los habitantes de las ciudades de Judá, de los alrededores de Jerusalén, de la tierra de Benjamín, de la Tierra Baja, de los cerros y del sur, trayendo víctimas y sacrificios, incienso y ofrendas, en acción de gracias al Templo de Yavé.
27.Pero si no me escuchan, y no santifican este día, trabajando y llevando sus cargas por las puertas de Jerusalén, prenderé fuego a esas puertas, y devorará los edificios de Jerusalén. Y nadie lo apagará.»
lunes, 26 de diciembre de 2016
Jeremías, 16
Jeremías, 16
1.Me llegó una palabra de Yavé:
2.«No te busques esposa, ni tengas hijos e hijas en este lugar,
3.porque ésta es la sentencia de Yavé respecto a los hijos y a las hijas nacidas en este lugar, respecto a sus padres y también a sus madres que los dieron a luz en este país:
4.Todos morirán miserablemente, sin que ni siquiera los lloren ni los sepulten. Sus cadáveres se pudrirán sobre la tierra y servirán de comida para las aves de rapiña y para las fieras.»
5.Y Yavé insistió: «No entres en la casa donde celebran un duelo. No llores con ellos ni te lamentes en voz alta. Porque, en adelante, no daré más mi paz a este pueblo, ni le haré misericordia, ni le tendré compasión.
6.En ese país morirán grandes y chicos, sin que los sepulten ni los lloren. En este país ya no se harán cortes en el cuerpo, ni se cortarán el pelo en homenaje a los muertos.
7.Tampoco se repartirá pan en los velorios, ni se ofrecerá vino para consolar a los deudos. Nadie servirá a los hijos la copa del consuelo el día de la muerte de sus padres.
8.No entres en la casa donde celebran una fiesta, para sentarte con ellos y comer y beber.
9.Pues Yavé de los Ejércitos, Dios de Israel, dice: Haré desaparecer de este lugar, y ante tus propios ojos, todo grito de alegría y de gozo, y también los cantos de los novios.»
10.Cuando tú anuncies a este pueblo todas estas cosas, te preguntarán: «¿Por qué nos amenaza Yavé con estas enormes desgracias? ¿Qué crimen o qué pecado hemos cometido contra Yavé, nuestro Dios?»
11.Entonces tú les contestarás: «Porque sus padres me dejaron, dice Yavé, y se fueron con otros dioses sirviéndoles e hincándose ante ellos; y a mí me despreciaron y no observaron mis mandamientos.
12.Y ustedes, sí, ustedes, han actuado peor que sus padres; pues cada uno de ustedes hace lo que le aconseja su corazón duro y perverso en vez de escucharme.
13.Los voy a echar de este país a otro que ni ustedes ni sus padres conocen; ¡allí podrán ustedes servir a esos dioses, día y noche, que yo ya no les haré más caso!» (
14.Sin embargo, se acerca el tiempo -dice Yavé, en que no dirán: «Viva Yavé porque sacó a los hijos de Israel del país de Egipto»,
15.sino «Viva Yavé que trajo a los hijos de Israel del país del norte y de todos los países adonde los había echado». ¡Yo los devolveré a la tierra que había dado a sus padres!)
16.Yo enviaré primero a muchos pescadores, dice Yavé, que los pescarán; después, a numerosos cazadores, que los perseguirán por montes y cerros, y hasta en las cavernas de las montañas.
17.Porque estoy mirando todos sus caminos, sin que ninguno se me oculte y sin que su culpa escape a mi vista.
18.Les haré pagar el doble por su crimen y sus pecados, ya que profanaron mi tierra con los cadáveres de sus ídolos y llenaron mi propiedad con sus abominaciones.
19.¡Oh Yavé, mi fuerza y mi fortaleza, mi refugio en el día de la desgracia! A ti vendrán a verte las naciones desde los últimos límites de la tierra, y dirán: Era sólo mentira lo que se transmitían nuestros padres, y vanidad y falta de poder.
20.¿Puede un hombre fabricarse sus dioses? ¡Qué va, ésos no son dioses!
21.Y se lo voy a mostrar, pues esta vez les demostraré, cómo son mi mano y mi poder, y así sabrán que mi nombre es Yavé.
viernes, 23 de diciembre de 2016
QUE TENGAS UNA FELIZ NAVIDAD Y UN BENDECIDO AÑO NUEVO 2017
La Navidad es la época del año para estar con los niños, jóvenes y viejos, con los necesitados y los pobres, tiempo para amar, un tiempo para compartir, vamos todos a difundir nuestro amor con todo el corazón y el alma, .... porque el amor de tu prójimo nunca debe volverse tan frío. Jesús dejó a todos un mensaje, sus palabras eran siempre sencillas, simples y muy, muy claras: "Sed benignos unos con otros durante todo el año que viene"
F E L I Z N A V I D A D
JESÚS ES EL CENTRO DE LA NAVIDAD. Reflexión.
JESÚS ES EL CENTRO DE LA NAVIDAD. REFLEXIÓN. Cuando estemos listos para la cena, los abrazos en familia, la alegría, el champan, la algarobía, cuetes, luces de bengala, villancicos, etc. a las 12pm, acerquémonos a nuestro nacimiento, el que lo tiene y el que no ese momento cierre los ojos y haga nacer al niño Jesús en su corazón, Recordemos que Jesús es el centro de la Navidad, él vino al mundo para conciliarnos con el padre, y su nacimiento es el cumplimiento de las profecías y los profetas.
Piensa que cuando más triste estas, cuando más solo te sientas, cuando no tienes paz en tu corazón, te falta salud, te falta dinero, peleaste con un familiar, con un amigo querido, algún hermano o ser querido esta enfermo o preso de su libertad y no sabes que hacer, nadie como Jesús para ayudarnos a sobrellevar nuestras dificultades y angustias, nadie como Jesús, quien nos ha dado con su venida toda esperanza y bendición, ponte de rodillas y pídeselo con el alma, con el corazón y ten la seguridad que el está contigo, te concederá lo que le pidas y si no seguramente estará a tu lado para afrontar cualquier problema.
Pero no solo en los malos momentos, hazlo siempre, también cuando estés alegre, tengas un plato de comida, un trabajo, amor, alegría, en todo momento agradécele a Dios por la vida y por cada momento que nos da día a día.
“Jesús es la ünica razón por la que el Amor la Justicia y la Paz son capaces de existir.”
!Feliz Navidad 2016 para cada uno de ustedes!
Con amor Juana Macedo.
jueves, 22 de diciembre de 2016
Jeremías, 15
Jeremías, 15
1.Y me dijo Yavé: Aunque Moisés y Samuel vinieran en persona a rogar por este pueblo, mi corazón no se compadecería de él. ¡Echalos de mi presencia, que se vayan lejos!
2.Y si te preguntan: ¿Dónde? Diles: Así habla Yavé: Quien está condenado a la peste, a la peste; quien a la espada, a la espada; quien al hambre, al hambre; y quien al cautiverio, al cautiverio.
3.Los someteré a cuatro tiranos, dice Yavé: la espada para matarlos, los perros para despedazarlos, las aves de rapiña y las fieras salvajes para devorarlos y aniquilarlos. (
4.Haré que su suerte infunda terror a todos los reinos de la tierra, por culpa de Manasés, hijo de Ezequías, rey de Judá, por sus crímenes cometidos en Jerusalén.)
5.¿Quién tendrá compasión de ti, Jerusalén? ¿Quién te consolará? ¿Quién se detendrá para preguntar por tu salud?
6.Tú me has dejado, dice Yavé, tú me has vuelto la espalda. Por eso, ahora extiendo mi mano para destruirte, pues ya me cansé de perdonarte.
7.Los he pasado por el harnero en las ciudades del país. He dejado sin hijos a mi pueblo para que desaparezca, porque no ha querido dejar el mal camino.
8.Sus viudas son más numerosas que las arenas del mar. He dejado caer al salteador, en pleno día, sobre las madres de los jóvenes guerreros; de repente, se han apoderado de ellas el miedo y el terror.
9.La madre que tuvo siete hijos está avergonzada y desalentada y se le acaba el resuello porque se puso el sol de su vida aun en pleno día. Y a los que queden todavía los haré morir a espada, en presencia de sus enemigos, dice Yavé.
10.Ay de mí, ¡madre mía!, ¿por qué me diste a luz? Soy hombre que trae líos y contiendas a todo el país. No les debo dinero, ni me deben; ¡pero todos me maldicen!
11.Di, Yavé, si no te he servido bien: ¿no intercedí ante ti, por mis enemigos, en el tiempo de la desgracia y de la angustia? Tú lo sabes.
12.¿Serás capaz de romper el hierro, el hierro que viene del Norte, y el bronce?
13.Tu riqueza y tus tesoros voy a entregarlos al saqueo en pago por todos tus pecados cometidos dentro de tus fronteras.
14.Te haré esclavo de tus enemigos en un país que no conoces, porque mi cólera ha pasado a ser un fuego que los va a quemar.
15.Yavé, acuérdate de mí y defiéndeme y véngame de mis perseguidores. No detengas más tu ira. Piensa que por tu causa soporto tantas humillaciones.
16.Cuando me llegaban tus palabras, yo las devoraba. Tus palabras eran para mí gozo y alegría, porque entonces hacías descansar tu Nombre sobre mí, ¡oh Yavé Sabaot!
17.Yo no me sentaba con otros para bromear, sino que, apenas tu mano me tomaba, yo me sentaba aparte, pues me habías llenado de tu propio enojo.
18.¿Por qué mi dolor no tiene fin y no hay remedio para mi herida? ¿Por qué tú, mi manantial, me dejas de repente sin agua?
19.Entonces Yavé me dijo: «Si vuelves a mí, yo te haré volver a mi servicio. Separa el oro de la escoria si quieres ser mi propia boca. Tendrán que volver a ti, pero tú no volverás a ellos.
20.Haré que tú seas como una fortaleza y una pared de bronce frente a ellos; y si te declaran la guerra, no te vencerán, pues yo estoy contigo para librarte y salvarte.
21.Te protegeré contra los malvados y te arrancaré de las manos de los violentos.»
miércoles, 21 de diciembre de 2016
LA PERDIDA DE UN SER QUERIDO...
Si perdiste a alguien que era importante en tu vida y no has podido superar tu dolor, cierra tus ojos y busca paz en tu corazón, porque lo que necesitas ahora es paz en tu ser, esa paz que existía cuando esa personita estaba presente en tu vida, mantente en paz contigo misma/o porque existen otras personitas y personas que necesitan de ti, de tu amor, de tus palabras que nacen en tu corazón, ese corazón que vibra de amor pero que le falta la paz que se genera en un abrazo, en un te quiero, en recuerdos llenos de luz, de amor, de alegría.
Esa personita que te ve desde lejos y envía su luz de amor para que tú te sientas mejor. No te dejes dominar por lo mucho que falta ese ser querido en tu vida, déjate dominar por el amor que esa personita te proyecta en tu corazón donde volverá la paz cuando tu herida empiece a sanar porque su amor es más grande que cualquier ausencia y cualquier dolor, porque si todavía sientes su presencia es porque nunca se fue y está contigo siempre, y te mantendrás fuerte al dar amor a quienes quedan en tu vida y que desean verte feliz como esa personita que desde el cielo te envía todo su amor, ese amor que perdurará para siempre porque es amor eterno. Te mando un abrazo!
martes, 20 de diciembre de 2016
Jeremías 14.
Jeremías, 14
1.Estas son palabras dirigidas a Jeremías a propósito de la gran sequía:
2.Judá está de duelo, y sus ciudades van a la ruina; están en el suelo, y de Jerusalén suben lamentos.
3.Los ricos mandaron a los pobres a buscar agua;
4.fueron a los pozos y no encontraron, y volvieron con sus cántaros vacíos. Ya no produce la tierra por falta de lluvia y los campesinos andan apenados, cubierta la cabeza en señal de luto.
5.Hasta los animales del campo abandonan sus crías porque no hallan pasto.
6.Los burros se paran sobre los cerros pelados, aspiran el aire como suelen hacer los chacales, y desfallecen porque no hay ni un cardo.
7.Aunque nuestras faltas nos acusen, tú, Yavé, haz algo para gloria de tu nombre. En verdad, muchas son nuestras rebeldías, y grande nuestro pecado contra ti.
8.Oh Yavé, esperanza de Israel, que nos salvas en tiempo de angustia, ¿por qué te portas como extranjero en este país, o como huésped por una sola noche?
9.¿Por qué has de ser como un hombre aturdido, como un guerrero que no salva a los suyos? Pues tú estás entre nosotros, Yavé, y sobre nosotros fue invocado tu Nombre: no nos desampares.
10.Esto dice Yavé rrespecto de este pueblo: ¡Cómo les gusta correr de acá para allá, si no paran un momento! Yavé no los quiere, pues se acuerda ahora de sus crímenes y del castigo que merecen.
11.Y añadió Yavé: No ruegues por la felicidad de este pueblo.
12.Aunque ayunen, no escucharé su súplica; aunque me presenten holocaustos y ofrendas, no los aceptaré. Al contrario, me preparo para acabar con ellos por la espada, el hambre y la peste.
13.Yo exclamé: ¡Señor Yavé! Mira cómo los profetas andan diciendo: «Ustedes no verán la espada, ni sufrirán de hambre, sino que les voy a dar una paz que dure, en este lugar.»
14.Yavé me respondió: Estos profetas andan anunciando mentiras en mi nombre; yo no los mandé, ni les di órdenes, ni les hablé. Falsas visiones, adivinaciones sin cometido, sueños de su imaginación, eso es lo que profetizan.
15.Por consiguiente, así habla Yavé: Estos profetas, que profetizan en mi nombre, siendo que yo no los he mandado, y que declaran que en este país no habrá ni espada ni hambre; estos profetas morirán, justamente, por espada y por hambre.
16.En cuanto a la gente a quien profetizaban, quedará tirada por las calles de Jerusalén, víctima del hambre y de la espada; pues no habrá nadie para enterrarla, ni a sus mujeres, ni a sus hijos e hijas. Haré recaer sobre ella misma su maldad.
17.Les dirigirás estas palabras: De mis ojos están brotando lágrimas día y noche, sin parar, porque un gran mal aqueja a la hija de mi pueblo, una herida muy grave.
18.Si salgo al campo, veo personas atravesadas por la espada; si me vuelvo a la ciudad, encuentro a la gente torturada por el hambre. Y por más que se muevan los profetas y los sacerdotes, no encuentran la razón de esto.
19.¿Has rechazado para siempre a Judá, o tu alma está aburrida con Sión? ¿Por qué nos has herido sin esperanza de mejorar? Esperábamos la paz, y ninguna cosa buena llegó, la hora de nuestra mejoría, y se presentó el susto.
20.Reconocemos, Yavé, nuestra maldad, la deuda de nuestros padres y que hemos pecado contra ti.
21.No nos desprecies más, por el honor de tu Nombre; no profanes más el trono de tu Gloria y no olvides tu alianza con nosotros.
22.¿Hay acaso, entre los ídolos de los paganos, quien haga llover, o son los cielos los que dan los chubascos? ¿No eres tú únicamente, Yavé? ¡Oh Dios nuestro, sólo en ti esperamos, y tú eres quien ha hecho todas estas cosas!
lunes, 19 de diciembre de 2016
!DIOS TE BENDIGA GRANDEMENTE EN ESTE BELLO DÍA, LA PAZ DE DIOS SEA CONTIGO!.
Jeremías, 13
1.Yavé me dijo así: «Anda a comprarte un cinturón de lino y póntelo a la cintura, pero no lo metas al agua.»
2.Compré el cinturón, según la orden de Yavé, y me lo puse a la cintura.
3.Por segunda vez me llegó una palabra de Yavé: «Toma el cinturón que compraste y que llevas a la cintura, baja al torrente Para y escóndelo en la grieta de una roca.»
4.Y fui a esconderlo, conforme a la orden de Yavé.
5.Después de muchos días, Yavé me dijo:
6.«Anda al torrente y busca el cinturón que te mandé esconder.»
7.Fui al torrente Para, recogí el cinturón del sitio donde lo había escondido, pero estaba podrido y no servía para nada.
8.Entonces Yavé me dijo:
9.«De este modo destruiré el orgullo de Judá y la fama de Jerusalén.
10.Este pueblo malvado que no quiere escuchar mi palabra y se deja llevar por su corazón endurecido y va tras otros dioses para servirlos y adorarlos, quedará como el cinturón que ya no vale nada.
11.De la misma manera que un hombre se ciñe un cinturón a la cintura, así quise tener junto a mí a la gente de Judá para que fueran mi pueblo, mi honra, mi gloria y mi adorno, pero ellos no han escuchado.»
12.Tú les dirás también estas palabras: «Todo cántaro se llenará de vino.» Y si te responden: «¿Es ésta una novedad, que un cántaro se llene de vino?»
13.tú les dirás: «Ustedes son los cántaros, y a todos los llenará Yavé hasta que queden borrachos. Y se estrellarán los habitantes de este país, el uno contra el otro, y los padres contra sus hijos, tanto los reyes, sucesores de David, como los sacerdotes y los profetas, junto con los habitantes de Jerusalén.»
14.Así dice Yavé: «No tendré piedad ni misericordia, y sin perdón los destruiré.»
15.¡Oigan, pongan atención, no sean tan creídos, pues es Yavé el que habla!
16.Reconozcan a Yavé, su Dios, antes que llegue la noche y sus pies tropiecen en las oscuras montañas. Ustedes esperaban la luz, pero él la cambia en sombra de muerte y, luego, en total oscuridad.
17.Si ustedes no hacen caso a este aviso, lloraré en silencio por ese su orgullo, y mis ojos verterán lágrimas cuando el rebaño de Yavé sea llevado cautivo.
18.Di al Rey y a la Reina Madre: Siéntense en el suelo, porque ha caído de sus cabezas su corona gloriosa.
19.¡Las ciudades del Negueb han sido cerradas y nadie viene a abrirlas! Todo Judá es deportado, deportado en masa.
20.Levanta tus ojos, Jerusalén, y mira a los que vienen del norte. ¿Dónde está el rebaño que estaba a tu cargo, las ovejas que eran tu orgullo?
21.¿Qué dirás cuando aquéllos te visiten como vencedores, siendo que tú los habías acostumbrado a tus intimidades? ¿No se apoderarán de ti dolores como de una mujer que da a luz?
22.Tú te preguntarás, tal vez: «¿Por qué me suceden todas estas desgracias?» A causa de tu gran perversidad te han arrancado los vestidos y te han pegado en los talones.
23.¿Puede un negro etíope cambiar su piel o una pantera, su pelaje? Y ¿pueden ustedes actuar correctamente, ustedes que están acostumbrados al mal?
24.Los dispersaré, pues, como paja liviana arrebatada por el viento del desierto;
25.ése es tu premio, el salario de tu rebelión, que yo te había reservado -dice Yavé, porque a mí me echaste al olvido y te entregaste a la Mentira.
26.Yo mismo levantaré tus vestidos, hasta tu cara, para que se vea tu vergüenza.
27.¡Ah!, tus adulterios y tus gritos de placer, tu descarada prostitución, en los cerros y en los campos, todas tus monstruosidades, yo las he visto. Desgraciada Jerusalén, ¿hasta cuándo, todavía, estarás impura?
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