sábado, 10 de diciembre de 2016

¿A QUIÉN LE IMPORTA CABRAL? (Eyael Luca) 12.05.2010


¿A QUIÉN LE IMPORTA CABRAL?

Días atrás pensaba que Facundo Cabral lleva 50 años de trayectoria y sin embargo su vida sigue siendo tan privada como él quiere que sea.

Pensaba que solo sabemos lo que generosamente ha querido compartir y me dije: Qué estupenda manera de recorrer impecablemente una carrera artística dejando solo a su paso su don, en este caso el de la música y la palabra.

Sin chismeríos baratos, sin peleas, sin protagonismos cursis en programas de segunda, sin tibiezas ni comentarios que no sean sobre su vida, sobre Dios o sobre el amor…. !!! Es decir todo positivo, todo ajeno a otro, todo mensaje, todo color y todo ejemplo.

Cincuenta años dando vuelta por el mundo y solo tenemos su canto, sus libros y cuanto hayan podido transmitirnos con su inconfundible voz y su magia….

Y me dije: ¡¡Tienes razón, Cabral. !! ¿A quién le importa más de lo que entrega?

¿A quién le importa qué come, donde vive, con quien sale o con quién se acuesta Cabral?

¿A quién le importa cuántos pares de botas tienes o a qué cirugía te sometieron?

¿A quién le importa si estás solo o acompañado?

¿Si te gustan las pastas, el Fernet con coca o si el pasado domingo pintaste un nuevo cuadro?

¿A quién le importa si vas o si vienes, quienes son tus amigos o si le temes a la oscuridad?

¿A quién le importa Cabral?

Si lo que debe importarnos a los que te amamos y seguimos y a los que no también es tu mensaje, que va de la mano de tu ejemplo, ¿o es que acaso cuando te presentas en cualquier teatro te preocupas por saber si alguna de las mujeres u hombres ha ido con su esposo/a o su amante…?

¿Si alguien se lleva mal con su hermano o su suegra. ?

¿Acaso te preocupa si sus cabellos están teñidos o si el joven de la quinta fila se droga?

¿Alguna vez discriminaste, criticaste o te preocupó siquiera la ropa, las ideas, la condición sexual o la enfermedad que padece alguna de las personas que asiste a los encuentros contigo?

Antes de firmar un CD o un libro ¿te condicionó la apariencia, pensamiento, raza o religión de quien te lo pedía?

Cabral siempre que salió al ruedo lo hizo para todos, desde el corazón, sin importarle nada que no fuera el hecho de reunirse con su público amado, sea cual fuere su condición social, económica, religiosa, moral o pública.

Cabral actuó para reyes y para mendigos, para abiertos de mentes y para los que no lo son, para bajos y altos, para solteros, casados, viudos o divorciados, para heterosexuales, homosexuales y libres pensadores, para soldados y presidiarios, para jóvenes y viejos, por dinero y por caridad.

Cabral actuó para transmitir su mensaje de amor y de paz, para ser parte de una sola familia que es la humanidad, para el mismo Dios de todos y más allá de sus dolores físicos o espirituales siempre tuvo una sonrisa y la mejor predisposición para encontrarse con esos amigos del mundo que son los que amorosamente asisten a escucharlo, para sentir que sus almas brillan y vuelan porque han renacido.

¿A quién le importa Cabral más de lo que das o cuentas?

¿A quién le importa más que su palabra y tu afectuosa entrega de sabiduría y esperanza?

Por eso… si todos hiciéramos lo mismo, si entregáramos lo mejor de nosotros sin importar a quien, sin críticas, sin resentimientos, sin discriminación ni condiciones, si diéramos amor cada vez que salimos a la calle o estamos en familia, si en vez de preocuparnos porque el otro cambie comenzáramos por cambiar nosotros…

Si en vez de preocuparnos por la moral o las elecciones de Fulanita o Menganito dedicáramos ese tiempo a irnos hacia adentro en busca de nuestra propia evolución, si en vez de esperar recibir nos dedicáramos a dar… ¡cuán diferente sería el mundo!

Si todos fuésemos mas Cabralistas en el sentido de resguardar la intimidad y de no juzgar tan livianamente, si fuésemos buenos aunque más no sea por negocio y en vez de ser jueces tan duros fuésemos hermanos mas unidos, si en vez de sentir celos, envidias y mirar tan solo a las personas por lo que parecen y no por lo que son buscáramos el Cristo que todos tenemos dentro….

Si emuláramos a quien decimos admirar tan solo en el hecho de resguardarnos y resguardar nuestra vida como un bello tesoro dando a nuestro paso más comprensión que crítica, mas empatía que indiferencia, más solidaridad que egoísmos, más dulzura que gritos o palabras agresivas…

Si mañana Cabral dijera: soy casado, vegetariano, homosexual, hijo de africanos, judío o musulmán, no uso perfume o tengo un hermano preso, mi madre murió de sarampión o mi padre era Whitman, tengo 10 pares de botas o no me gustan los gatos… ¿en qué nos cambiaría la vida a los demás?

¿Qué cambiaría de él o en él… al menos para nosotros?

¿Dejaría de ser quién es? ¿Dejaría de darnos el más bello de los mensajes que hemos escuchado? ¿Sería menos Maestro o menos amado?

¿Podría cambiarnos su imagen o su ejemplo?

Por eso, creo que debemos imitarlo precisamente en eso, en ser quienes somos sin importarnos nada de nadie y dar lo mejor de nosotros más allá de quien lo reciba.

Deberíamos preocuparnos más por crecer individualmente sin pensar tanto en los parientes, en los vecinos o en qué hacen los demás, con quien se acuesta la vedette de turno (que no solo es intrascendente sino que además nos estupidiza) o qué edad tiene Mirta Legrand…!

Por eso…. ¡¡¡ Bravo, Cabral…!!!

Por ese celo a tu intimidad, por aportarnos tus mejores cosas, por no permitir el avasallamiento ni la indiscreción, por enseñarnos el límite y el respeto a partir de tu propia actitud ante la vida.

Y no te preocupes por nada … porque solo importa lo que brindas…, tu luz, tu ejemplo de sobreponerte al dolor con entereza y sin perder la esperanza, el susurro de tu voz que encandila, tus canciones que son un bálsamo para el espíritu, si estás bien de salud y si eres feliz, solo eso debe importarnos, lo demás es cosa tuya…. Y, ¿a quién le importa Cabral?

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