jueves, 14 de julio de 2016

Siracides (Eclesiástico), 5



Sirácides (Eclesiástico), 5

1.No te sientas seguro con tu riqueza ni pienses: "¡Me basto a mí mismo!"

2.No te dejes arrastrar por la violencia o el deseo de tener: harán de ti su esclavo.

3.No digas: "¡Nadie me lo impedirá!" El Señor puede castigarte.

4.No digas: "¡Pequé y no me pasó nada!" El Señor se toma todo su tiempo.

5.No estés demasiado seguro del perdón cuando acumules pecados.

6.No digas: "¡La misericordia del Señor es grande, perdonará mis pecados por numerosos que sean!". Porque en él se encuentran misericordia y reprobación; su cólera se deja caer sobre los pecadores.

7.No tardes en volver al Señor, no postergas cada día más, no sea que llegue el día del ajuste de cuentas; se encenderá de repente la cólera del Señor y tú perecerás.

8.No cuentes con las riquezas mal adquiridas, de nada te servirán el día de la desgracia.

9.No te dejes llevar por la corriente, no estés en dos caminos a la vez; esto es propio del pecador que usa un doble lenguaje.

10.Mantente firme en tus convicciones y sé un hombre de palabra.

11.Aprende a escuchar y tómate tu tiempo para responder.

12.Si sabes de qué hablas, respóndele a tu interlocutor; si no, guarda silencio.

13.Tus palabras te pueden traer gloria o descrédito; la lengua de un hombre prepara su caída.

14.¡No permitas que te consideren como un mendigo o como un tramposo! Un ladrón atrae sobre sí la vergüenza, pero el hipócrita también tendrá su condenación.

15.Evita el pecado, ya sea de grandes o pequeñas cosas; no te conviertas en enemigo del que era tu amigo.

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