lunes, 18 de abril de 2022

MADRE.

—¡Mami ya no quiero que trabajes! ¡Casi no te veo!

¡Cuando tú vas al trabajo yo estoy durmiendo! ¡Cuando regresas a veces también estoy durmiendo, en tus descansos no tienes ánimos de jugar conmigo!
¡Yo creo es por tu trabajo que te roba energía, a veces siento coraje por ese trabajo!

—¡Hijito, yo debo trabajar para que en la casa no falte nada, para que tú y tus hermanos tengan su comida!

Con lágrimas en los ojos el pequeño le dice:
— ¡Yo sería feliz de tenerte todo el tiempo para mi!
¡No importa lo que haya de comer si estás conmigo!

Mami cambió de trabajo, pero esas palabras fueron espadas, esos ojitos fueron estrellas.

Para una mujer y madre guerrera siempre existen alternativas para hacer feliz a los suyos.

Mi admiración y respeto para esas mujeres que hacen ese difícil pero no imposible trabajo de ser padres y madres.

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