domingo, 21 de agosto de 2022

AHI ESTÁ EL DETALLE.

AHÍ ESTÁ EL DETALLE...

Un amigo vino a mi casa a tomar café, nos sentamos y hablamos, hablando de la vida. A un cierto punto de la conversación, le dije: "voy a lavar los platos y vuelvo enseguida".

Él me miró como si le hubiera dicho que iba a construir un cohete espacial. Entonces me dijo con admiración pero un poco perplejo: "me alegra que ayude a su mujer, yo no ayudo porque cuando hago algo mi mujer no agradece. La semana pasada lavé el piso y ni un gracias."

Volví a sentarme con él y le expliqué que yo no "ayudo" a mi esposa. En realidad, mi mujer no necesita ayuda, ella necesita un socio. Yo soy un socio en casa y por vía de esa sociedad se dividen las funciones, pero no se trata de una "ayuda" como las tareas de casa.

Yo no ayudo a mi esposa a limpiar la casa porque yo también vivo aquí y es necesario que yo también limpie.

Yo no ayudo a mi mujer a cocinar porque yo también quiero comer y es necesario que yo también cocine.
Yo no ayudo a mi mujer a lavar los platos después de comer, porque yo también uso esos platos.

Yo no ayudo a mi esposa con sus hijos, porque también son mis hijos y mi trabajo es ser padre.

Yo no ayudo a mi mujer a lavar, extender o doblar la ropa, porque la ropa también es mía y de mis hijos.

Yo no soy una ayuda en el hogar, porque yo soy soy parte del hogar. Y con respecto a elogiar, le pregunté a mi amigo cuando fue la última vez que, después de que su mujer termine de limpiar la casa, lavar la ropa, cambiar las sábanas de la cama, bañarse en sus hijos, cocinar, organizar , etc., le dije gracias?

Pero un gracias del tipo: ¡Wow, cariño!¡Eres fantástica!!! ¿Eso te parece absurdo, extraño? Cuando usted, una vez en la vida, limpió el piso, esperabas en lo mínimo un premio de excelencia con mucha gloria... ¿Por qué?

No nos ayudamos, somos compañeros, un conjunto que hacen un todo. ¿Quieres recibir elogios? Elogia. ¿Quieres que te reconozcan y agradezcan?
Reconoce y agradece.

El cambio real de nuestra sociedad empieza en nuestros hogares, enseñémosle a nuestros hijos e hijas el real sentido del compañerismo!

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