Tratar de salvar a alguien que no lo desea, ni te pide ayuda, es como aventarte al mar y querer rescatar a alguien con ansiedad y pánico que terminará ahogándote junto con ella, si no tenemos la experiencia para saber manejar esa situación.
Así en el día a día, cuando vemos a alguien que a nuestro parecer necesita ayuda para vivir mejor, queremos resolverle la vida, pero que esa persona no pide ser ayudado, pues está cómodo o resignado a vivir de esa manera. Y nuestro empeño es tanto, que nos enrolamos con sus problemas y hasta nos sentimos culpables de lo que le pasa, sin entender que todo eso es la respuesta de sus propias decisiones, recuerda que con frecuencia nos resistimos a aquello que más necesitamos.
Así que ¡¡¡deja a cada quien ser lo que quiere o necesita ser!!!
👣 Dejando Huella
Tomado de la Web
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