jueves, 2 de noviembre de 2023

UNA RESPUESTA DIGNA.

 


Al morir el emperador romano Septimio Severo, le sucedieron en el poder, según dejara previsto, sus hijos Caracalla y Geta. Antes del año, el primero se cansó de compartir el imperio con su hermano y lo asesinó, inaugurando así una serie de crueldades que tiñeron de sangre su reinado. Ordenó, entonces, al tribuno Papiniano que compusiera un discurso que justifique el fratricidio cometido, pero el renombrado jurisconsulto se negó:

-Es más fácil cometer un crimen que excusarlo-dijo-, y es otro crimen tratar de deshonrar a un inocente después de haberle quitado la vida.

Caracalla, irritado por la digna respuesta, inmediatamente hizo matar a Papiniano. Su dignidad lo hizo inmortal. Seis años después, este cruel emperador cayó también bajo el puñal asesino de Macrino, que así le sucedió en el poder.


El escribiente de los tiempos romanos.

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