CÁNTICO DEL ANCIANO.
Dichoso el anciano que valora su ancianidad, porque en su atardecer sabrá dar gracias a Dios por el gran don de la vida.
Dichoso el anciano que es portador de paz y energía creadora, porque contribuirá hasta el último momento a la construcción del mundo.
Dichoso el anciano que se mantiene optimista, porque no tendrá la sensación de haber desperdiciado su vida.
Dichoso el anciano, que se acerca al sufrimiento de los demás, porque nunca carecerá de compañía.
Dichoso el anciano que no fomenta el egoísmo de vivir buscando sus seguridades, porque las encontrará cubiertas todas por añadidura.
Dichoso el anciano que viviendo su pobreza siembra alegría a su alrededor, porque conocerá el gozo de vivir.
Dichoso el anciano que acepta con mirada confiada y serena sus limitaciones, porque descubrirá la felicidad de la sencillez.
Dichosos y felices todos los ancianos que encontrándose solos y abandonados continúan amando porque se sentirán amados por Dios.
Si la ancianidad fuera un castigo, Dios no estaría con ellos, están en una etápa que no necesitan ya nada de lo material y mundano, es amor, comprensión y aceptación lo que merecen y piden sin hablar, por lástima el tesoro de la experiencia no se puede legar o testar, por lo que, lo que estamos junto a ellos, debemos poner mucha etención en lo que dicen y guardar, nos servirá luego para tratar sobrevivir y convivir. Gracias y felicitaciones Juanita, un abrazo mujer.
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