No olvides que eres un aristócrata, un príncipe porque eres hijo del rey del universo. Sólo tienes que darte cuenta. Recuerda que Jesús decía, "al pan lo trae la verdad y todo lo que necesitas". Entonces no hay límites, tú decides a donde quieres llegar y esto con la alegría que abre todas las puertas, porque para Dios, siempre somos niños. La vida, es un juego maravilloso, un juego que incluye al todo y a todos.
Estas hecho a semejanza de Dios, entonces puedes recrear todo. Cuando dices no puedo, estas diciendo, no quiero. Ya hay demasiados mártires, necesitamos héroes. Levántate y anda!,.. yo te acompaño, como te acompañaran todos los que se animan a vivir mejor, y que terminan favoreciendo a toda la humanidad, esa grandiosa empresa a la que pertenecemos todos.
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