Nadie se hace la gran pregunta ¿ quién soy?. Todos siguen cumpliendo un papel, generalmente decidido por los demás, como el éxito y el fracaso.
Todos, son lo que se ve, sus cuerpos o sus logros materiales y las cosas materiales son tan importantes, que los amores que comienzan en los parques terminan en los tribunales. Todos, ejercen la mendicidad de alguna manera, olvidando o no enterándose jamás que son príncipes, partes de un universo extraordinario, al que olvidan por pequeñeces locales, parroquiales, y a veces solo familiares.
Reconozco muchas caras y conozco algunos nombres, pero pocos individuos que sepan quienes son. Me preguntas dónde puedes encontrarme, y te digo en cualquier parte, porque soy parte del universo.
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