Este es el viaje más terrible y maravilloso, el más delicioso, el más absurdo, el más alucinante. ¡Adelante, pueden subir todos! Sólo es necesario que hayan nacido, no importa dónde: en los barrios caros o en los barrios bajos, hijos de generales o degenerados, explotadores, explotados, dirigentes, dirigidos, presidentes, presididos o presidiarios.
Este es el viaje más extraordinario vean qué espectáculo:
A la izquierda los revolucionarios, a la derecha los reaccionarios, en el medio los hombres, los que deciden su propia vida, es decir, tres o cuatro.
Enciendan el fuego que comenzó la fiesta, traigan el vino y los tambores, desaten a la alegría, liberen a la pasión, canten y bailen con furia quijotesca, con la misma convicción del Bautista o de Moisés.
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