Prepárense, que vamos a partir, este es el tren de la muerte que cruza por la vida.
Vamos a escapar de la nostalgia que nos condena al pasado, basta de parientes que nos extorsionan con enfermedades.
Qué nos importa el viejo que fuma y fuma y fuma sentado en el umbral, qué nos importa Malena que llora como ninguna. Chao a la casita de los viejos, a la esquina donde se pudren los mejores frutos de la vida.
Vamos a despertar la canción del presente para no perder el tren de la eternidad...
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