-Perdóname, Señor, pero a veces me canso, a veces me canso de ser un ciudadano.
Me cansa la ciudad, las oficinas, me cansa la familia y la economía.
La familia, mi Señor, ese vía crucis de parientes, esa miseria en cooperativa.
“Madre hay una sola, Señor y justo vino a tocarme a mí”
Perdóname, Señor, estoy harto de este infierno, este mercado mediocre, donde todos tienen precio.
Perdóname, Señor, pero yo me iré contigo, por tus montañas, tus mares y tus ríos.
Perdóname, Señor, pero a veces pienso que tienes para mí algo mejor que esto.
Perdóname, Señor, no quiero ser un ciudadano, yo quiero ser un hombre, como me has creado. (Aplausos)
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