QUERIDA HIJA:
Hoy tienes un nuevo día que te doy como un regalo .
Siempre te observo con mucho amor.
Me gusta verte cuando eres feliz y me das las gracias por todas las bendiciones que te envío .
Me agrada tanto verte sonreír...
Te cuido con tanto amor...
Eres mi bella princesa, yo soy tu Padre, tu protector, tu sustentador .
Quiero que siempre te valores y recuerdes que eres especial para mí.
Envié a mi único Hijo para que fuera a buscarte.
Te Amo, te lo digo en el viento, en la flor, en la brisa suave de la mañana.
Te pido que seas una mujer valiente y esforzada, que cuando tengas temor recuerdes que yo soy tu Pastor, que nada te faltará.
No temas, ni desmayes porque yo soy tu Dios, siempre te protegeré con la diestra de mi justicia.
Aunque andes en valle de sombra de muerte, no temas porque siempre estoy contigo.
Mantén viva la fe, porque si lo haces, podrás ir por la vida tranquila y en paz.
Cómo mi hija que eres, mi amor para ti es incondicional.
Te tengo esculpida en mis manos, eres la niña de mis ojos.
Me gusta acompañarte en cada momento, si tú me invitas podemos caminar juntos.
Te puedo sostener en mis brazos cuando lo necesites ...
Puedo sentir lo que te afecta, lloro contigo cuando alguien te lastima.
Puedo hablarte al corazón para calmar tu tristeza y llanto.
Solo tienes que cerrar los ojos, e invitarme a estar en tu corazón.
Aunque mi voz es muy suave, se puede percibir en la quietud de la mañana o en la tranquilidad de la noche.
Soy tu Padre Amado
DIOS
Inspirado en textos bíblicos.
Una Dama Soigné.
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