FACUNDO CABRAL-FERROCABRAL-VI parte
(Transcripción Juana Macedo)
Llegamos a la naturaleza, aquí me detengo a descansar del intelecto y sus trampas. Nada como mi tierra, perdón mi Señor, tu tierra, porque esta es tu tierra, este es tu mundo, esta es tu vida.
Lo necesario fue hecho por el Señor y con eso es suficiente. Recién ahora entiendo aquellos beduinos, del Néguev en Israel, que después me dijeron: “Nosotros no trabajamos porque pretender hacer algo, es dudar que el Señor terminó la creación”.
Parecido a un amigo mío de aquí de Buenos Aires, Federico Manuel Peralta que alguna vez le dijeron:
¡Callate Federico vos sos un marica!
Y Federico enojadísimo contestó:
¡No te permito John yo no soy un mantenido, yo cobro sueldo de hijo!
Tal vez por algo parecido los Tarahumaras de la Sierra, Tarahumara del Chihuahua mexicano dicen:
“Nosotros no usamos armas, porque si las armas fuesen necesarias, habríamos nacido con ellas”.
Y alguna vez en mi casa, quejándome delante de mi madre, ella me dijo:
“Si yo mal no recuerdo cuando naciste estabas desnudo, es decir, que hasta ese pantalón y esta camisa es ganancia”
Lo necesario fue hecho por el Señor y con ello es suficiente.
No crezca mi niño, no crezca jamás, los grandes al mundo le hacen mucho mal.
El hombre ambiciona cada día más y pierde el camino por querer volar.
Vuele bajo porque abajo, está la verdad, esto es algo que los hombres no aprenden jamás.
Por correr el hombre no puede pensar que ni el mismo sabe para dónde va.
Siga siendo niño y en paz dormirá sin guerras ni máquinas de calcular.
Vuele bajo porque abajo esta la verdad, esto es algo que los hombres no aprenden jamás.
Diógenes cada vez que pasaba por el mercado se reía porque decía que le causaba mucha gracia y a la vez le hacía muy feliz ver cuántas cosas había en el mercado que él no necesitaba.
Es decir, que rico no es el que más tiene sino el que menos necesita, es decir que mano ocupada mano perdida, es decir que el conquistador por cuidar su conquista, se transforma en esclavo de lo que conquistó.
Dios quiera que el hombre pudiera volver a ser niño un día para comprender, que está equivocado si piensa encontrar con una chequera la felicidad.
Vuele bajo porque abajo, está la verdad, esto es algo que los hombres no aprenden jamás. (canta la gente)
Bienaventurados los pobres de espíritu porque de ellos será el reino de los cielos y si se me permite, incluye la tierra… aunque los hombres no aprenden jamás… (aplausos).
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