LUMINOSA REVELACIÓN. facundo Cabral (2)
Dijeron los que estuvieron antes que nadie en la tierra mexicana: Aunque sea de jade se quiebra, aunque sea de oro se rompe, aunque sea de plumas de quetzal se desgarra, nada es para siempre en la tierra, todo es un momento, pero cada momento es la eternidad. Hay ciudades que por estar al lado de mares y de dos se van de viaje a cada rato, y suelen volver enriquecidas, y hay otras entrañablemente encadenadas a sus estrellas. Sospecho que en una de estas me quedaré a esperar a la eterna vencedora, que me llevará de la mano hasta donde la vida es liviana y para siempre...
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