jueves, 2 de febrero de 2023

LA CENA ES A LAS SIETE... Reflexión

LA CENA ES A LAS SIETE...

- Mamá, tengo que reunirme con un compañero, regreso al rato - le dice mi hermano Raúl a mi madre.
A lo que ella le contesta apresurádamente:
- Raúl, llega temprano, la cena es a las siete.
Entonces yo le digo:
- Yo no cenaré en casa, Carlos me llevará al nuevo restaurante italiano que acaban de inaugurar...
En ése momento suena el teléfono y mi madre contesta, era mi padre, llegará tarde del trabajo y pide que no lo esperemos para la cena.
Esa noche Raúl tampoco llegó a la cena a casa, mamá tuvo que cenar sola...

Al día siguiente, mi hermano Raúl y yo fuimos a la fiesta de un amigo, así que tampoco estuvimos en casa a tiempo.
Papá llamó otra vez para decir que no sabía si llegaría a casa temprano.
- Rafa, intenta llegar a la cena, es a las siete -le dijo mi madre -.
Esa noche ella cenó sola otra vez.

El fin de semana papá salió de viaje de negocios, Raúl se fue a la playa con su novia y yo me la pasé en casa.
- Renata, la cena es a las siete, prepárate.
- No, mamá, ya pedí pizza - respondo -
Y así fueron pasando los días, casi nunca cenamos en casa y solíamos prestar poca atención a mamá, estábamos en nuestras cosas... Ella se quedó muchas veces con la mesa puesta; "mañana" , solíamos decir ...
Ayer mamá fue internada en el hospital, nos hemos enterado que estaba enferma desde hace tiempo y las quimioterapias no funcionaron desde el principio; ella no mencionó nada a nadie en casa y soportó el dolor sola, para no preocuparnos.
El doctor se acercó y nos dijo:
- Julieta no quería que estuvieran tristes por esto y se negó a que lo supieran; dijo que sólo quería pasar el tiempo que le quedaba con ustedes y que les prepararía sus comidas favoritas en la cena..., cuando todos pudieran estar libres.

Hoy mi madre murió. El entierro fue en la tarde, y estuvimos un buen rato en el cementerio.
Al llegar a casa, las lágrimas brotaron de nuestros ojos..., la casa se sentía vacía y mi padre dijo:
- Cariño... ¡¡¡ estamos aquí !!!, esperando que ella salga a recibirlo sonriente.
Hoy Raúl no quiso salir con sus amigos, papá apagó el teléfono del trabajo, y yo, ya no quiero ir a un restaurante o pedir pizza.
El día de hoy todos estuvimos en casa, pero ésta vez no oímos esa voz, ésa voz que cada noche nos decía...
"La cena es a las siete".

1 comentario:

  1. Que triste para reflexionar, muy pero muy en serio. Y no vivir. Eso nunca.

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