SOBRE QUE ERES. Reflexión
(Transcripción Juana Macedo Libro: Lecciones de vida)
Una mujer se quejaba con su padre acerca de su vida y cómo las cosas le resultaban tan difíciles. No sabía cómo hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que, cuando solucionaba un problema, aparecía otro. Su padre, un chef, la llevó a su lugar de trabajo. Allí, llenó tres ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias; en otra, huevos; y en la última, granos de café. Los dejó hervir sin decir palabra.
La hija esperó impacientemente, preguntándose que estaría haciendo su padre. A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Extrajo las zanahorias y las acomodó en un tazón. Sacó los huevos y los colocó en otro tazón. Coló el café y le puso en un tercer recipiente.
Mirando a su hija, le dijo: “Querida, ¿qué ves?”. “Zanahorias, huevos y café” –respondió.
La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego, le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Después de sacarle la cáscara, observó el huevo duro. Enseguida, le pidió que probará el café. Ella sonrió mientras disfrutaba el rico aroma.
Humildemente, la hija preguntó: “¿Qué significa esto, padre?”. Él le explicó que los tres elementos, a pesar de haber enfrentado la misma adversidad, agua hirviendo, reaccionaron de modo diferente.
La zanahoria llegó fuerte y dura al agua Más, después de pasar por el agua hirviendo, se volvió débil, fácil de deshacer.
El huevo había llegado frágil. Su cáscara fina protegía su interior líquido. No obstante, después de estar en agua hirviendo, ese interior se endureció.
Los granos de café, sin embargo, eran únicos. Después de estar en agua hirviendo, cambiaron al agua.
“¿Cuál eres tú? –preguntó el papá a su hija-. Cuando la adversidad llama a su puerta, ¿Cómo respondes? ¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?”
¿Y cómo eres tú amigo?
¿Eres una zanahoria que parece fuerte; pero que, cuando la adversidad y el dolor te tocan, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza?
¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable? Poseías un espíritu fluido; más, después de una muerte, una separación, un divorció o un despido, te han vuelto duro y rígido, Por fuera te ves igual, pero ¿Eres amargado y áspero, con un corazón endurecido?
¿O eres un grano de café? El café cambia al agua hirviente, el elemento que le causa dolor. Cuando el agua llega al punto de ebullición, el café alcanza su mejor sabor.
Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor, tu reaccionas mejor y haces que las cosas a tu alrededor mejoren.
¿Cómo maneja la adversidad? ¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?
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