ESTE ES UN NUEVO DÍA
(Inédito en vivo) Facundo Cabral
(Transcripción Juana Macedo)
Muchísimas gracias por vuestra presencia una vez más, nuevamente gracias a esta querida ciudad, a la gente de este bello teatro, donde debute hace 21 años en México, un sábado que no olvidaré jamás. Muchísimas gracias también nuevamente, al honor que me ha hecho esta noche el maestro Arriola, él sabe cuánto lo aprecio, lo admiro, cuánto lo quiero. A la salida van a encontrar mi último libro, un pequeño libro dónde está lo mejor de esta noche, seguramente para que recuerden este pacto que hemos hecho, si después quieren yo estoy por aquí atrás para firmárselo.
Esta promesa de juntarnos como Dios quiere, para formar de una vez por todas, la familia que Dios quiere, libre, creativa, generosa y por lo tanto feliz.
Esta es la canción que canto cada mañana al despertar, para agradecerle al Señor la gentileza de un nuevo día, la gentileza de darme una oportunidad de empezar de nuevo, de volver a ser un niño, me gusta decirle y recordarme también…
“Este es un nuevo día… ¡Si Señor! Para empezar de nuevo… y eso haré, verás… para buscar al ángel que me crece los sueños, para cantar, para reír, para volver a ser feliz… Ahi vamos… Para cantar para reír, para volver a ser feliz”.
Y si no, para que me voy a levantar, verás correré a pedir perdón donde debo pedirlo, iré a declarar mi amor dónde debo declararlo verás, y si tengo tiempo en el día Señor y me das la chance, trataré de convencer a mi hermano de que ya es hora de decirle basta al hombre que ya no ama, a la mujer que ya no ama, siempre hay momento de decirle basta al trabajo que odia, de decirle basta a los que le quieren dirigir la vida, que es una inmoralidad.
Trataré de convencerlo que le diga: basta a las cosas que lo transforman en un esclavo de la tarjeta de crédito, basta a los noticieros que te envenenan desde la mañana, basta al miedo que heredaste, ¡verás!,…
“En este nuevo día… ¡Si Señor! Yo dejaré el espejo, ¡verás!… y trataré de ser por fin un hombre bueno, de cara al sol caminaré y con la luna volaré… ¡ahí vamos!, de cara al sol caminaré y con la luna volaré ¿Por qué no? Nuestro hermano mayor curaba con la palabra y caminó sobre las aguas y nos dejó dicho: Cosas más grandes verán, cosas más grandes harán… Siempre se puede empezar de nuevo, no importa la edad que tengas, que puede importar el tiempo en la eternidad, yo conozco anciano de 15 años, y por decir un solo ejemplo, por dar un solo ejemplo, conozco a una muchacha hermosa de 83 años que ustedes aman tanto como yo, la madre Teresa. Que importa la edad, si Aristóteles escribió sus grandes obras después de los 55. Darwin hizo un lío tremendo en el mundo con el origen de las especies a los 70. El libertador Moisés dirigía el éxodo a los 80, nadie tocó a Chopín como Rubinstein hasta los 95, recuerdo los 85 de Borges y los 86 y los 91 de Tamayo y los 92 de Picasso y Chagall que pintaba hasta los 93.
No importa que tenes, no importa si es cáncer, no importa si es Sida, no importa quién se te fue, no importa quién te defraudó. Siempre con lo que tengas, puedes, se debe empezar de nuevo y tenemos elementos de sobra para hacer, de eso que nos queda una felicidad, tenemos el deber de ser felices. Borges decía que tenemos el deber de ser justos y si es posible ser felices y solamente se puede ser feliz si uno es justo.
Cada mañana el Señor espera en tu corazón, solamente hay que escucharlo para que él día sea lo que debe ser, una fiesta.
“Este es un nuevo día, para empezar de nuevo, para buscar al ángel que nos crece los sueños, para cantar, para reír, para volver a ser feliz, ¡bien fuerte!... para cantar, para reír, para volver a ser feliz, ¡Eso haremos! ¡Verás Señor! para cantar, para reír, para volver a ser feliz. Mil gracias y que Dios los siga bendiciendo, ¡Si Señor! (Aplausos)
¡Gracias Facundo!
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