miércoles, 19 de marzo de 2025

MIS PAPELES. Facundo Cabral. Parte 4

 

Autor: Facundo Cabral. 13/12/2007
MIS PAPELES

No hay nueva patria porque hay un solo Universo, y es necesario recordarlo ahora que estamos tan disgregados, que casi todos somos inquietos vagabundos en un mundo cada día más hostil, social y naturalmente, desde la economía, que genera terroristas, a los huracanes y las inundaciones (no podemos sentirnos extranjeros cuando somos compatriotas, y vale recordar que la patria es la tierra, es decir que, aunque te cueste creerlo, somos hermanos, desde el Sai Baba hasta Pinochet, desde Hitler a la Madre Teresa). Solo habrá paz cuando seamos lo que debemos ser, lo que está previsto que seamos: cosmopolitas, ese es el plan de la naturaleza, solo así la capacidad humana alcanzara su sazón, en el único nivel previsto, el colectivo, porque la humanidad es un solo cuerpo, eso es lo que sucede con las hormigas y las cucarachas, que nos sobrevivirán (una función que no se cumple, un órgano que no se utiliza es peligroso porque es una contradicción, y una contradicción es un suicidio general). La naturaleza concibió al hombre, como a todo, como un todo, y para eso debe cumplir con todas sus facultades, y para eso, a partir de el, debe estar comunicado con todo, con el uso total de la razón para que no lo gobierne el animal, que es solo un vehículo para tareas inferiores, y como nuestro paso por la tierra es corto, debemos tener conciencia de que, como individuos, somos un eslabón, que lo que importa es la continuidad, la especie, que va acumulando conocimiento de individuo a individuo, de generación en generación, y esto es el verdadero progreso (crecemos todos o no crece nadie).

La sociedad nos separa de nosotros, es decir de nuestra naturaleza, y de los demás, por eso debe ser superada, y lo peor es que, por la competencia, nos hace creer que podemos vivir, crecer sin los demás, que si no son socios (que nos debilitan con el engaño) son enemigos (que hacen que perdamos la fuerza cuidándonos de ellos), y la lucha es constante y en todas partes porque todos quieren lo mismo, lo que tienen los que "avanzaron" mas, que son los que más están en peligro pues son los que más dividen, además del odio que trae la envidia (típica de una sociedad competitiva), que no los deja vivir, además de las ocupaciones con las que se salvan de la familia, que es el primer error porque se casan cuando no saben lo que quieren, es decir antes de completarse. Si todos quieren lo mismo, pocos pueden tenerlo (eterna inconformidad, todos se pelean por lo mismo, todos van de vacaciones al mismo lugar y al mismo tiempo, todos siguen la misma orden cultural: bautismo, escuela, casamiento, divorcio, pleitos, desconfianza, y la eterna sensación de vacío), y como si esto fuera poco, de vez en cuando llega un dictador que los mete a todos en la misma celda para decidirlo todo, cosa que hace descansar a la mayoría, por eso hay quién todavía defiende a Pinochet y a Castro (nada más grato a un ciudadano que la irresponsabilidad).

En medio de esta desconfianza, de este caos, presiento un orden mundial, civil, cosmopolita, donde el individuo pueda trabajar (por los pocos que hoy lo hacen progresamos) en plena libertad, como Picasso, que por eso pudo crear tanto (nada tan efectivo como el hombre que está en lo que ama, nada más saludable que el hombre que traspasa el sentido común que, según Borges, es el más común de los sentidos, que no se conforma con el término medio y busca las alturas)...

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