MAÑANA
Llegó al paradero del bus y allí se encontró con una de sus compañeras, se saludaron y juntas entablaron una animada conversación. Tomaron el bus juntas y siguieron hablando, su compañera insistía, desde hace ya tiempo, en invitarla a una reunión, en la que según ella, conocería a Dios. La invitó para esa misma noche, y como ya era mucho el tiempo y las excusas que le había inventado para no ir, solo se le ocurrió decirle que sí, que mañana, en su día de descanso, la acompañaría. Su compañera se puso muy feliz y al llegar a su destino se despidió con una bendición, un abrazo y un recordatorio de su compromiso.
Se quedó sentada con la mirada fija hacia fuera del vidrio del bus, pero sin ver nada, solo pensaba en si de verdad quería ir o no a esa dichosa reunión. Pensaba que podría dedicar ese tiempo a sus hijas, en ir al centro comercial comprar la ropa para la presentación del colegio, comerse un helado, ver una película...en fin, pensaba que cualquier cosa era mejor que ese dichoso plan de ir a "conocer a Dios", además, ella ya lo conocía, oraba de vez en cuando, siempre se acordaba de El y..."yo creo en Dios a mi manera". Pero ya se había comprometido, aunque... esa última opción siempre estaría vigente: mañana. Le podría decir que tiene cosas por hacer con las niñas y que mañana si. Luego tendría un evento en el colegio, pero le diría que mañana si...pensó en una y mil excusas y todas encajaban con el mañana, así, pensó ella, se libraría de su compañera por lo menos hasta que ella se cansara de invitarla y recibir mañanas como respuesta,
Pasó tanto tiempo pensando excusas y creando argumentos para validar su postura reacia a la necesidad de conocer a Dios, que notó tarde el momento de solicitar la parada del bus, se levantó de prisa, corrió hacia la parte trasera del bus y solicitó la parada, el conductor buscó la orilla mientras frenaba y abría la puerta para permitir la bajada de la mujer que solicitaba la parada. La puerta se abrió mientras el bus se acercaba a la orilla y ella bajaba el primer escalón, el bus frenó y ella daba el paso para bajar el segundo escalón pero tropezó...su corazón palpitó fuertemente, el morral que llevaba frente a ella cayó en la calle y luego ella... su cabeza golpeó contra el borde del andén, su muerte casi instantánea le dio para dedicarle un último pensamiento a sus mujercitas y con esa imagen partió al más allá.
Y tú ¿a qué le das largas, a qué le dices...mañana?
"Buscad al SEÑOR mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cerca." Is. 55:6
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