jueves, 24 de septiembre de 2020

FACUNDO CABRAL EN ESTADO PURO (Parte 3) (Transcripción Juana Macedo)

 

FACUNDO CABRAL EN ESTADO PURO (Parte 3)
(Transcripción Juana Macedo)

-Como si ya hubieras pasado por el Sermón de la montaña. 

Allí empecé, si, yo te voy a contar después por qué? 

-Cuéntamelo ahora. 

Es bellísimo, 17 años, tenía la autoestima por el suelo, desde que había nacido, nunca me habían dicho ¡Feliz cumpleaños!, no lo sabía, la navidad, la noche buena, el año nuevo era una cosa que les pasaba a los otros, encima no podía comunicarme con los demás, tampoco sé si quería, estaba como en una prisión. Me encontré con un vagabundo en una plaza que está por aquí, era un ciruja como yo, nosotros decimos ciruja le llamamos al vagabundo, se le veía en la ropa, es como una muchacha que trabaja en la calle, el vestido es un cartel para que ellos sepan de que se trata, los labios pintados gruesos, la argolla de la oreja hasta por acá, tacones así fosforescentes y yo me acerco, porque por fin encontraba en mucho tiempo a un colega que Caramba y dije ¡Que tal! Muy afectuoso, y me dijo: ¡Que tal miserable! Y me volvió la bronca, 17 años y dije: 

¡Qué lástima que no haya un espejo, me gustaría que usted se viera o usted es un príncipe?. 

Y me dijo: Sí, y vos también. 

¿Y cómo es eso que soy un príncipe? 

¿Y cómo se le llama al hijo del rey? 

Príncipe 

¿Y cómo se le llama a la hija del rey? 

Princesa 

Bueno, somos todos príncipes y princesas porque somos hijos del Rey. 

¿Y usted cómo sabe eso? Porque a mí me gustó la idea. 

Me dijo: Porque hace muchos años llegó su hijo dilecto, Él mismo hecho hombre y trajo la gran noticia, “uno solo es el Padre”, y esa noche yo conocí el Sermón de la montaña, por eso no es casual “No soy de aquí”, y no es casual que tenga otra camisa para cambiarme, no dos, empezó todo ahí. Yo encontré en el Sermón de la montaña un programa de vida, sigue siendo un programa de vida. 

-“No soy de aquí, no soy de allá, no tengo edad ni porvenir… 

Y ser feliz es mi color de identidad. 

Es mi color de identidad. ¿Te sigues reconociendo en ese auto retrato? 

Sí, fíjate que yo no sé, si era así cuando lo escribí, sin darme cuenta fue como un proyecto, un boceto y ahora soy ese. A lo mejor habría que ampliar viste “Me gusta el sol, Alicia y las palomas” a lo mejor habría que decir: “Me gusta el sol, Lupita y las palomas, o Francesca, a lo mejor diría en lugar de “el mar mojándome los pies” diría: La nieve refrescándome el alma del lado de afuera” pero yo ahora me reconozco en esa canción, es mi documento. 

¿Esa canción es tu Quijote? 

Sí y me abrió las puertas de muchas casas, y entré a la casa incluso de gente a la que yo no le gustaba. 

-¿La recordamos? 

Sí, claro cómo no. 

No la olvidaste, bueno vamos a recordar algo que no olvidamos (Sonrisas, música) 

“Me gusta el sol, Alicia y las palomas (San Marcos) 

El buen cigarro y la guitarra española (Paco) 

Saltar paredes y abrir las ventanas y cuando llora una mujer (de alegría) 

Me gusta el vino tanto como las flores (el de Arriola) 

Los viejos pastores (de la mancha) 

El pan casero y la voz de Dolores (O la soltera) 

Y el mar mojándome los pies. 

No soy de aquí, ni soy de allá, no tengo edad ni porvenir 

Y ser feliz es mi color de identidad. 

Me gusta estar tirado siempre en la arena 

Y en bicicleta perseguir a Manuela 

O todo el tiempo para ver las estrellas con la María en el trigal (que hermoso, los trigales de van gogh) 

No soy de aquí ni soy de allá no tengo edad, ni porvenir, y ser feliz es mi color de identidad 

Después de tanto caminar Jesús. Aprendí que hay una sola religión, el Amor. Hay un solo lenguaje, el del corazón. Hay una sola raza, la humanidad. Hay un solo Dios y está en todas partes. Laralalala larala… 

¡Sí Señor!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario