FERROCABRAL - FACUNDO CABRAL - II parte
Estación de la Ignorancia.
(Transcripción Juana Macedo)
ESTACIÓN DE LA IGNORANCIA.
Llegamos a la ignorancia, esta es la estación de los que quieren vivir tranquilos, sin problemas , aquí la vida es fácil, es decir los políticos deciden cuánto debes ganar, los militares cuanto debes perder, los curas cuanto debes aguantar y los sindicalistas cuando debes parar.
Pasamos por la City dónde el dólar sube y el hombre baja.
Uno más uno son dos, así empezó esta cuestión, en una sociedad donde la cifra ha superado a la frase, se podría decir para demostrar que vivimos entre números. Se podría decir por ejemplo:
“Un minuto de silencio, un segundo de descuido, un hijo”. Un toro, un marido en vacaciones.
Dos bellos amores, tres grandes negocios, cuatro whiskies, un accidente, una cura, tres monjas, tres curas, cuatro puntos cardenales, cinco habitaciones, 6 hermanas, 7 pecados capitales, 8 horas diarias, 20 años de buenos y leales servicios, 2 jubilados, 3 televisores 2 secretarias, Si señor, no señor, total no hago yo la suerte.
Un status, 10 ejecutivos 20 por ciento, 10 vencimientos, 5 gotas antes de cada comida, jaaajaaa (aplausos)
Un ataque de nervios, 2 discusiones, 4 testigos, 30 días de arresto, 1 arrepentimiento, 10 mandamientos.
No desearás a la mujer de tu prójimo… ni tu prójimo.
Una iglesia, una muchacha, 2 anillos, 3 hijos, 4 créditos, 5 embargos, 6 tiros. (aplausos)
Uno más uno son dos, así empezó esta cuestión”.
“El hombre es Dios cuando sueña, pero esclavo cuando cuenta. Las planillas y los documentos que se mueran muchacha, en la calle es primavera, el dinero no interesa, viva la naturaleza, come hierba, millones de vacas no pueden equivocarse.
Bien decía el hijo del carpintero de Belén, “mira las aves del cielo, no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, pero Dios las alimenta, aprende de ellas. No sirve tu inteligencia porque ni un solo metro agregará a tu existencia”, bien decía.
Llegamos al infierno, es decir, a campo de Mayo, donde los que no pueden crear, ya ni siquiera se pueden consolar con el poder.
La justicia se asoma a la plaza de Mayo que se enciende como en los viejos tiempos.
-¿Te acordas pibe? (Facundo imitando al general)
Cómo no me voy a acordar general, eran otros tiempos, todo tiene su tiempo y cada cosa su lugar.
Pero siempre cada peronista con su sindicato.
Cada sindicato con su huelguista, cada Huelguista con su socialista, cada socialista con su capitalista.
Y si no como queres que la hagan.
Cada capitalista con su empresa, cada empresario con su psicoanalista, cada psicoanalista con su psiquiatra, cada psiquiatra con su terapia, cada terapia con su religión, cada religión con su profeta, cada profeta con su cruz, cada cruz con su cura; cada cura con su monja! (risas, aplausos)
No sé por qué le llaman cura si es la misma enfermedad.
Cada monja con su asilo general, cada asilo con su amargado, cada amargado con su tango, cada tango con su soldán, cada soldán con su Larrea, cada Larrea con su familia, cada familia con sus principios, cada principio con su final, cada final con su recomenzar, cada recomenzar con su sueño y cada sueño con su libertad.
La libertad es una vieja que conocí en la bohemia, al lado de mucha gente y sin que nadie la viera.
Me dijo: Tengo tres hijos, uno está crucificado, el otro se ha vuelto loco y el tercero no ha llegado...(Continúa III parte)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario