sábado, 1 de enero de 2022

FACUNDO CABRAL ENTREVISTA de Juan Carlos Mareco (Transcripción completa. Juana Macedo)

 

FACUNDO CABRAL ENTREVISTA
de Juan Carlos Mareco
(Transcripción completa. Juana Macedo)

...Cuando me dijeron que estaba Alberto lo escuché charlando, ya no cantando.

-No soy de aquí... Él te la pidió, o fue idea tuya?

Me acordé de los días de los días de Madrid, caramba de México, yo en esa época, en Tucumán no estaba muy bien, estaba bastante… me acordé de los días que caminaba, salíamos a caminar horas enteras. Fue emocionante.

-La mitad de la pantalla Facundo, ”No soy de aquí…” y la otra mitad la iba cantando Alberto Cortés.

Yo sé que la hizo famosa él, yo se la hice al turco Cafrune y no fue el éxito por Cafrune, era lógico, había una canción de un uruguayo, que creo que estuvo contigo, ¿Carbajal estuvo contigo este año?

-Con Pepe en la radio estuvo.

“…Pantalón cortito…”, te acordas de eso, era preciosa, entonces fue un éxito y mató a "No soy de aquí", que estaba atrás, la destrozó y se murió, y el turco Cafrune dijo que lástima. Yo voy a insistir me dice, por ahí la gravo en otro disco, pero la canción se murió y yo estaba muerto ya.

Yo por esa época iba a una pizzería famosa de la calle La Valle, los mozos me guardaban la pizza, que tiraban, la que no comía la gente, me juntaban del vino y me llevaban una botella y comía de eso. Y tenía "No soy de aquí" en la cabeza, que hizo millonario a un montón de gente, millonarios, 300 versiones en todos los idiomas, casi 30 en japonés, nunca cobré casi nada eh. Si lo siguen guardando el dinero, hay una fortuna ahí adentro, le aviso a algún tipo que quiere ir de noche… Y te imaginas la versión en japonés (risas).

Y cuándo vino Alberto se la llevó la canción. Yo había ido a trabajar a Mar de Plata y parecía que empezaba a levantar el trabajo, fui con Les Luthiers y Nacha, pero hubo un conflicto, se peleó Nacha con uno de Les Luthiers , hubo un lio terrible y estaba en el medio y se terminó el trabajo. La única vez que iba a matar con Les Luthiers y con Nacha, mira aunque mi porcentaje era chiquito, me iba a llevar un peso y se suspendió, y justo el día que se suspende llegó Cortez, y Cortez para mí era Gardel, no era Cortez era Gardel, yo escuchaba los discos de él haciendo la poesía de Quevedo, porque vos estabas en España ¿te acordas? Pucha el primer tipo que músico a Machado, el long play famoso que hizo con música de Atahualpa, y llegó Cortes y para mí era Gardel.

Y me dice: che cántale algo y cómo si se terminó mi trabajo, fuimos a un boliche y le canté un montón de cosas y me dijo esas dos. Y no es gil, una era “Pobrecito mi patrón” que después fue un himno en todo América y la otra era “No soy de aquí” y se las llevó y el hizo un éxito, a los pocos meses llegó un disco gravada o acompañado por Waldo de los Ríos.

Yo no podía creerlo, entonces fui a mi Pueblo y dije a mi madre: mamá vamos a cambiar la casa y cambié la casa y NO llevamos los derechos de autor, y yo ya había cambiado, y que quieres que le diga, mamá ándate de la casa, devolvemos la casa, puse los muebles, todo nuevo, puse un teléfono, qué se yo y ¿Cómo pago?, la agrandé había comprado el terreno de al lado por si habría que agrandar un día de estos, viste. Y dije: Ahora ¿Qué hago con esto?

Y me fui con Susana Rinaldi al Mar de Plata, Susana me pagaba mucho más de lo que yo cobraba, me pagaba 25000 pesos por noche, yo ganaba 5,000, 5 veces más, junté unos manguitos y los puse en la casa y vuelo a Buenos Aires y dije con Susana trabajamos bien, dije: Voy a Buenos aires mato con un long play, disco de oro, me voy a México disco de oro, hago una película en Hollywood, vuelvo y después ya me retiro, después canto en unos boliches y la casa está paga. (risas).

Fui a Buenos Aires y no me dio trabajo nadie, un día pasó Pepe Parodi y me dijo cómo andas. Mal no me ves que estoy todo el día en el bar, ahí estaba en el bar de Esmeralda y La Valle, todo el día, pago el café, yo no tenía un peso y me dio ochenta dólares, de ahí en adelante un día bajé de un tren en Pekín… 


De ahí en adelante un día bajé de un tren en Pekín, se me había la mano, salvamos la casa, que fue lo primero, que se yo, y que, conocí todo el mundo, caminé hasta, todo casi todo, 140 países más o menos, era una desesperación de conocer, conocer, me crucé con todo el mundo, conocí la gente de la Madre Teresa, el año que viene voy con la Madre Teresa dos meses a la India, y bueno una fiesta.

Y un día voy a tomar un café a Hong Kong, había tenido un accidente en la pierna, fue el peor momento, y fui a ver a un acupunturista que era una posibilidad de sacar los dolores, y entro a un café en Hong Kong, fue tan hermoso, me siento y escucho “No soy de aquí” en japonés, en la música funcional, y dije: “no puede ser, es igual a la mía, me la robaron o yo la robé”. Y no me entendía nadie, ni en inglés, ni en nada y era mi canción, ya había 22 versiones en japonés.

-Y ¿Qué sentiste en ese momento?

Y me senté y me puse a llorar, deme otro café, le dije. Me tomé un café doble y dije: “Soy un idiota”, sentí una gran felicidad y un gran dolor, yo quiero compartirlo con mis amigos, esto no es para mí, que se yo, el Tano Pagliaro, Cafrune, el Tano Nosi, parala que se yo, mis amigos, sentarme y que hago yo sentado como un idiota escuchando mi canción en japonés en Hong Kong, casi se me vino en contra. Después me puse contento y me acordé de Cafrune… (tristeza y casi lágrimas de Facundo)

-Anda por ahí el turco-

Mi madre se bajó en El bar Truco en Las Flores ¿Conoces?

Y me dice: Hay un tipo fenómeno que te canta, no sabía que era Cafrune, lo escuchaba por primera vez en su vida en el radio las Flores en el bar Truco y me dije: Hay si el turco supiera que está en Hong Kong la canción, un día la cantó el coro de los Mormones, 400 voces en California cantando mi canción, Pedro Vargas, prendo la televisión la primera vez que voy a Italia y Doménico cantando la canción en italiano, Julie Record en Paris y yo andaba comiendo los restos de la pizza en la pizzería de la calle La Valle. Yo no sabía que era un éxito y el éxito se lo debía a quién, a Cortez.

-Él lo sabe y lo dice. Decime una cosa Ronald Reagan te gravó “Pobrecito mi patrón”?

(Risas) de que se ríen, estamos a fin de año y se ríen. (Mareco)

No, no porque siempre tuvo la idea de que el patrón es el rico, yo no conozco al patrón, es más todos lo conocemos. Yo gané mucha plata también, y la dejé y la perdí, gané un millón y medio de dólares, Si Señor, que se yo, con un solo señor 750,000 dólares en dos años en Europa, con Bermúdez el empresario.

-¿Ese el de la gran vía?

Claro se llama Francisco Bermúdez, me dijo: ¿Cuándo queres ganar?

Ah Raúl Vilarino, amigo nuestro, le dijo: escúchalo a este tipo y lo llevó a Bermúdez de prepo y lo metió a un Boliche, y vino Bermúdez, me escuchó y me dice: ¿Cuánto queres ganar?

A mí me pagaban cien dólares por día que era un montón y el Hotel Cuzco en Madrid, un hotelazo, todo de mármol. Y le dije 350 mil dólares en dos años, pero fue un chiste, como vos dijiste Ronald Reagan te gravó El patrón.

Y lo miro a Waldo De los Ríos que estaba en el camarín y Waldo me hace (gesto), lo miro a Cortez y me hace (gesto), lo miro a Pachan Dion que venía todas las noches y me hace (gesto) claro y yo dije: ya metí la pata, yo debí haber dicho: dame lo que quieran Paco, dos años yo me quedo, qué voy a hacer en Buenos Aires, dame lo que quieras déjame estar, déjame vivir mi libertad, quiero ser libre y cuando pueda… quiero ser libre.

Y me dijo no puedo, 350 mil dólares, no sería moral me dijo, no sería digno. Y claro dije: mucha plata. Y me dice: Te voy a dar 750 mil dólares por dos años porque yo sé lo que voy a ganar con vos.

¡Cara de asombro!, ¿cuánto?, 750,000 dólares. Si y llamé a mi hermano a Argentina y le dije: edifícalo el terreno de al lado… (risas).

-Pero con esa guita no lo llamó, le dijo venite en avión que tengo que hablar con vos. (risas)

Y me puso un manager el chileno que ahora es el representante de Rafael, Raúl Peña que seguramente lo conociste seguramente lo habrás conocido, trabajaba con Cortez el empresario y lo llamó y le dijo: Este es Cabral, no tenes que comprarle ninguna camisa, nada, vos déjalo así como está, dejalo que viva en el hotel que quiera, vos déjalo, vos solamente decile a las 8 en tal lugar, anda a buscarlo y canta, luego tráelo y déjalo que haga su vida.

Y bueno y Mill venia y me decía te gusta el vino, y traía el vino, y decía a qué hora vas a venir a dormir, no sé, a qué hora tengo que estar en el aeropuerto, yo vivía libre. A los dos años fuimos al banco frente a José Antonio frente a la oficina de él, nos atendió el gerente, me hizo ir al sótano, y me dijo: ¿Qué va a hacer Señor Cabral?, porque yo tengo 750,000 dólares suyos, para esto ya me habían pagado todos los gastos, vivía como un Conde y eso era libre, un auto, me compraron un Jaguar, 4 puertas sabes qué es eso, vivía como un campeón, pero claro trabajaba como loco, hasta Plaza de toros hacía. Habían 750,000 dólares y me dijo: ¿Queres el doble?

¿Y qué hay que hacer?. (risas)

Y le digo vamos a América y fue terrible, fue hermoso, y Jacobo Zabludovsky debute y no me conocía nadie, al otro día tenía al Teatro del Palacio de Bellas Artes lleno todos los días. Una vez en un parque metí 40,000 personas Barroso Paga, México, Venezuela, y bueno se llegó a un millón y medio de dólares, un día voy a Montecarlo a cantar en una escuela Mónaco y salgo con el auto y me dice Verni, escucha el casete que hicimos anoche, siempre lo escuchaba y lo pongo en el auto y yo iba en un Jaguar, tablero de madera que costaba 27,000 dólares, cuando un Mercedes costaba 20.000, como un campeón en mi Jaguar íbamos para Roma, yo vivía en Roma, toda esa plata ahí junta, y pongo el disco y escucho “Lo importante no es el precio sino el valor de las cosas, pobrecito mi patrón, piensa que el pobre soy yo”.

Llegué a Italia, dejé el auto, dejé todo completamente, me tomé un avión a Tel Aviv, de Tel Aviv me fui a la India, todo de nuevo, y me recuperé porque no era yo, yo llevaba un fangote de plata, yo era una especie de siervo de mi plata…


-Estamos haciendo una recorrida por América, contando todas las cosas con el querido Facundo en este fin de año, pero quedó trunca esa parte del millón y medio de dólares, llegaste a Roma y ya, ¿con Jaguar y todo?

Si porque fue terrible, yo nunca me di cuenta que había escrito para mí, yo le decía a la gente, “más que el oro es la pobreza lo más caro en la existencia, pobrecito de mi patrón piensa que el pobre soy yo, yo no sé quién va más lejos, la montaña o el cangrejo, dominar es su manera y así nadie se libera, pobrecito de mi patrón piensa que el pobre soy yo” y ahí me di cuenta que lo había escrito para mí, lo escuché adentro de ese auto, con el aire acondicionado, me sentí un idiota, yo dije para qué salí de mi casa, era para eso? Me fui a la India, tenía un montón de cosas en la cabeza con la India, viste. Ya vez no había pasado muchos años por la librería de la calle corriente, la que estaba abierta todas las noches, los libros del viejo.

-¿Qué era la India para vos en tu preconcepto?

Y era como la capital del espíritu; América era, o es una hembra bella, joven; Europa una señora inteligente, venida a menos, que vive de lo que fue y el Oriente es una anciana sabia.

Un señor me dijo en la calle, que ellos no se morían de hambre si no porque no tenían que comer, muchas cosas así y me encontraba otros días con ellos, para mí la India era Gandhi el Mahatma, me había pasado la vida desde el Romanyot en adelante leyendo todos los tipos que habían escrito sobre el Mahatma, me había pasado la vida con la poesía de Tagore, con el budismo, con los derviches, toda la vida pensando en ellos, el vaga pal guita, la eternidad, ese tiempo al que ellos no le dan ninguna atención, por eso pueden eternizar cada acto, la falta de ansiedad, la falta de necesidad de poseer más de lo que yo no puedo gozar, porque el hombre es dueño de lo que puede gozar, si yo no me puedo sentar en este sillón para que lo tengo en Punta del Este, ¿Cómo voy a tener un sillón en Punta del Este si yo vivo acá?, cuando voy me compro un sillón en Punta del Este y el de acá lo dejo para Barroso que se tiene que sentar, no entiendo eso.

Entonces cuando fui ahí, me sentí un idiota, porque el hablar en contra del dinero, a mí me había dado dinero, era como absurdo, nuestra sociedad es absurda no?

Fíjate a Bob Dylan le escuché una vez por la televisión pedir perdón, dijo: perdónenme pero yo les mentí, yo odiaba a la sociedad de consumo, y ustedes estaban tan de acuerdo conmigo que compraban tantos discos que me han hecho rico, ahora yo pertenezco al enemigo, soy un traidor, no lo escuchen más, hermoso y abandona todo. Y a mí me había pasado igual, y les va a pasar a muchos acá, porque estamos en la época de la devolución, si no devolvemos desaparecemos, creo que ahora va a llegar.

Fui a un Congreso de futurólogos en la universidad de Bécquer hace dos o tres años en California, el Congreso más importante que había del mundo, estaban las autoridades máximas y el hombre más audaz se animaba a hacer vaticinios para el año 2005, la mayoría no llegaba al 2000.

Yo creo que te conté, los veía haciendo colas en Haiti para llevarse la mitad del pan que quedaba en la mesa, vi quemarle los ojos de los niños recién nacidos en Kathmandu, para pedir limosna, porque quedaban ciegos, porque era la única forma de que puedan sobrevivir, me ofrecían niñas de 9 o 10 años aunque sea a cambio de desayuno, si no había un dólar. Entonces no puede ser, me acordaba de mis amigos que están pensando en este momento, ¿Dónde voy a vacacionar?, el auto mío ya tiene 20,000 km lo tengo que cambiar, sino me voy a quedar atrás, no me anda bien el aire acondicionado, y que camisa te vas a poner para ir a la audición de Mareco y como queres que la portada del disco sea de vidrio, o que sea brillosa. Empecé a sentir vergüenza porque era socio del que por tener demasiado joroba al otro.

Esto no es política, vos sabes que ni siquiera es política, va mucho más allá y me hizo bien. Además porque si me quedo con el dinero tengo que cambiar el repertorio, yo dije: qué quiero ¿El dinero o seguir cantando pobrecito mi patrón?, yo quiero seguir cantando pobrecito mi patrón y vuele bajo porque ese “pobrecito mi patrón y vuele bajo” ellos me hicieron respetable con la señora Golda Meir, me hicieron su amigo, me hicieron amigo de Indira Gandhy, bastante amigo, me hicieron amigo de los derviches mendicantes, con los que aprendí a comer de la basura otra vez, pero después de haber tenido todas la posibilidades de comer en el mejor hotel, yo me fui del Palace Hotel de Madrid a la basura con los derviche a comer de lo que sobra, me hicieron amigo de Luciano, el brujo, el hechicero yaqui que tiene una escuela para desaprender, estamos llenos de una información que no sirve para nada, información estúpida, lo que importa es la especie, cómo vamos a vivir países? Y tiene razón Luciano. Me hicieron amigo de la viuda de Pancho Villa que me decía: “Ese Juan Perón debería hacer sido mexicano, hubiese sido hombre de don Pancho Villa y la Eva también” a ella le gustaba y de gente hermosa, me devolvió a la gente. Porque el éxito no tiene personalidad, el dinero te hace igual, los ricos son iguales, usan el mismo auto alemán, las mujeres se compran la ropa en la misma Boutique de Nueva York o de París.

¿Los perfumes franceses son los mismos?

Sin embargo la personalidad de los pueblos se da en los mercados, en el mercado de Guadalajara te acordas, donde había una banda de chicas, tocando boyas y eso a cambio de la comida, la personalidad de esa gente anda en la calle, esos son los Julián Centella por eso, esa corriente está muerta, en el mar esa gente y los pobrecitos que estaban lo volvieron loco, los corrían por todo lado, Dios quiera que vuelvan a salir, esa gente, el boliviano, el chileno que estábamos hablando recién, el minero.

Ya ves fíjate, yo no creo mucho en la política, pero soy ferozmente cristiano, muy mal católico, creo que Jesús dio una propuesta exuberante para vivir bien “comer no tiene sentido si no como con mi amigo” cantaban los beduinos en el Neguev, creo que ahí está la felicidad…

Yo recuperé la felicidad y creo que si sigo así, me va a llevar a la casa más importante que puede ocupar el hombre, que es la paz y estoy yendo despacito, me costó mucho, fue muy duro, Dios fue muy duro conmigo, tal vez porque tendrá alguna idea conmigo, está preparando algo no?

-Cuándo vos recién hablabas de tu abuela, como hace un rato, hermosamente joven, pero parece largo porque con Facundo no hay tiempos, estabas hablando un poco de las bases del psicoanálisis cuando decías que tu abuela, estaba tan oprimida no dijiste, tenía tantas cosas, qué dijo la abuela?

Me llenaste de tantas cosas y no tengo un hueco para respirar.

-Entonces me acuerdo de chicos asmáticos que las madres, y sé muy bien porque te digo esto, que la madre pobre, pero lo llenaba de tantas cosas, de tanta franela, de tanta protección que no le dejaba tiempo para respirar, el deseaba estar hablando, indirectamente, pero la sobreprotección que le damos al chico, o al súbdito, o al empleado, o al pueblo y te mata hermano, te mata.

¿Sabes lo que me dijo mi madre cuando yo me fui de mi casa? 11 años tenía, 1948 fue, este había que salir, porque no alcanzaba ya el dinero, mis hermanos tenían que ir a la escuela, ya no se podía vivir, vivíamos en una escuela que ya te conté una vez, pero había que salir a buscar más plata. Entonces me iba para Balcarce para aprender el oficio de alambrador, y a ver si podía meterme como embolsador si la edad me lo permitía, ver si podía ser embolsador de papa por Balcarce. Me acompaño al tren y me dice: Yo te hice dos regalos, así que este es el último que te puedo hacer, no esperes más nada. Yo tenía 11 años Mareco, no me objetó nada. Me dice: “El primero fue darte la vida y el segundo la libertad para vivirla, me hizo fuerte eso solo, como podía aflojar, como no amarla y no agradecerle la libertad. Me dejó respirar y cuando un hombre puede respirar y puede vivir de sí mismo y creer en sí mismo es un hombre justo. Beethoven nunca pudo haber sido un hombre injusto, Van Gogh, no podía ser injusto Freud si podía crear, el mediocre que no puede crear necesita el poder, que da la fama, que da el dinero, el mediocre pero el otro no, el que puede crear sobre sí mismo, que le importa.

Creo que es eso Mareco, y por eso se lo agradecemos tanto y por eso mi madre es tan amada en mi pueblo y es tan respetada por mis hermanos a pesar de que no tuvimos nada. Mis amigos ricos le objetarían cualquier estupidez que no compró mi madre cuando era niño y están ahora de psicoanalistas.

-¿Qué te dijo tu madre cuando le dijiste que Luna Park estaba lleno?

¿Por qué tanta gente? (risas) y cuando fui con Sandro a San Lorenzo habían 50,000 personas por él porque lo habían metido a Sandro, Sandro en el 69 o 70 cuando Sandro era … te acordas? Y Sandro que es un gran tipo, yo lo quiero mucho, no lo veo mucho pero yo lo quiero mucho y sé que él me quiere. Entonces el me dijo: “che veni a cantar”. Él quería que me escuchen 50,000 personas, la gente no me quería escuchar… y fui. Cuando voy a salir al escenario mi madre me dice: Cuanta gente, cuanto habrá aquí y le digo: Recién me dijeron cincuenta mil, y habían cincuenta mil en San Lorenzo. ¿Y por qué me preguntas? Y no, y ¿Qué vas a cantar? Y lo mejor que tengo encima, y me alcanzó un bolso que yo tenía, yo tenía una biblia en el bolso. Y me dijo: Ah sí, tenes razón, toma, Y subí y que iba a cantar “no soy de aquí”, subí y leí el sermón de la montaña Mareco, primera vez que lo hacía, un día de carnaval, cincuenta mil personas de pie gritaban gracias, y ahí me di cuenta que yo era un predicador, que ese era mi trabajo y me lo marcó mi madre otra vez.

-Vos sos consciente que en este momento le estás cambiando muchas pautas y estás cambiando de concepto en este fin de año a mucha gente para bien, tenes conciencia de eso? Si la tenes, eres muy inteligente para eso.

Si.

-Nos vamos a un corte y regresamos enseguida con Facundo…


-Tengo una guitarra pobre vieja pero conservada, porque la tengo cuidada para que en vida me sobre, hace que ánimo recobre, si estoy triste o me aletargo y cuando de un rato amargo para olvidarme la afino parece que a cada trino, las penas pasan de largo.

-Eso no quiere decir que toques o que cantes, si no queres no cantes, tampoco el día 31 es para andar cantando, ahora si queres canta… Barroso queres que cante… ese Correntino a los 32 años terminó su séptimo grado, ese mozo… está contentísimo.

Qué lindo ah, Einstein cuando tenía 60 dijo: Caramba no se el griego antiguo,y se puso a estudiar, como el, cuando vos te encontrás con gente así que tiene ganas y lo elige, no lo mandó nadie, vos porque lo eligió, entonces la vida es una fiesta, por ahí anda la cuestión.

Yo voy a cantar esto Mareco, porque esta es la canción que me dio más alegrías en todo este año porque voy a Jujuy y la gente la canta, porque voy a Ushuaia y la gente la canta, me la cantan los muchachos de Maldivas

Te están viendo en Jujuy, Ushuaia, dijiste todos esos lugares…

Si, si hemos hecho cincuenta y pico de ciudades, no, 60, todo el país desde Mendoza hasta Entre ríos el otro día en una plaza, la cantan ellos y me gusta mucho que la canten, porque en el momento que todo te habla de que tenes que consumir más, de que tenes que tener más cosas, de agrandar la casa, del televisor a colores, la heladera, esta canción habla de todo lo contrario.

Recordando al viejo Diógenes, aquel señor Carlomagno se acerca desde su caballo y desde arriba le dice a él que estaba tirado en la calle, al viejo Diógenes, le dice: Maestro en que te puedo ayudar, y Diógenes le dice: En una sola cosa, “hazte a un lado que me estás tapando el sol”.

En el Néguev los beduinos dicen si quieres hacer algo por mi, por favor hazlo por ti, y cuando quieren hablar bien de algún amigo dicen: Me da porque no me quita. Dame la chance que yo me lo gane, si queres hacer algo por mí, por favor hazlo por ti, o no me quites lo que tengo, no quiero nada tuyo pero no me quites lo mío, sería muy bueno esto para los grandes, las potencias no, los países imperialistas, que ya no saben que hacer con la basura y no las mandan en los discos, nos la mandan en las series, nos la mandan por todo lado, en los libros… La canción se llama “Vuele Bajo” vos la conoces.

Mira qué lindo, mira yo me había olvidado, hoy es 31, hoy cumplo 25 años con la canción, fue el 31 de diciembre de 1959 en el Hotel del Viejo Parisier.

-Cómo te acordas?

Me acordé ahora, mira vos, fue inolvidable eso, yo veía preparar las fiestas desde afuera, esas arañas gigantescas, antes que fuera teatro, te acordas que era un salón haber trabajado ahí, y veía a la gente como preparaba todo y veía que la gente cantaba ahí, fui pedí trabajo y me lo dieron y canté esa noche y un señor hermoso, en el oído le sugirió a Parisier que yo me quedara ahí y me quedé toda la temporada y la primera canción que canté fue esta porque fue la primera que había escrito.

No crezca mi niño no crezca jamás

los grandes al mundo le hacen mucho mal

el hombre ambiciona cada día más

y pierde el camino por querer volar.

Vuele bajo porque abajo esta la verdad

esto es algo que los hombres no aprenden jamás

Por correr el hombre no puede pensar,

que ni el mismo sabe para dónde va,

siga siendo niño y en paz dormirá

sin guerras ni máquinas de calcular

Vuele bajo porque abajo esta la verdad

Esto es algo que los hombres no aprenden jamás

Son diferentes los dirigentes, los pueblos son iguales, yo lo vi en la Siberia, lo vi en Pekín lo vi en Bronce de New York, en Tandil en Tucumán, los pueblos son iguales, los pueblos quieren vivir con los pueblos y los dirigentes los separan, hay otros intereses terribles, la gula la maldita gula, la maldita propiedad, ahí empieza el robo, a propiedad es el robo, Diógenes cuando pasaba por el mercado se reía, el viejo hermoso, porque me causa mucha gracia decía, y a la vez me hace muy feliz al ver cuantas cosas hay en el mercado que yo no necesito. Los Tarahumaras, en México en la Sierra Tarahumara en Chihuahua, los viejos dicen: “Si las armas fueran necesarias habríamos nacido con ellas”. Es decir, se supone que Dios no es tonto al decidir yo tengo lo que necesito para vivir, lo necesario, cuando uno aprende que es lo necesario, siempre tendrá lo suficiente, me dio dos brazos no me dio una fábrica, me dio una cabeza, no me dio 40 sombreros, no me dio un país, me dio el mundo para caminar porque está lleno de gente que es hermana mía…

Dios quiera que el hombre pudiera volver

a ser grande un día para comprender,

que está equivocado si piensa encontrar,

con una chequera la felicidad.

Vuele bajo porque abajo esta la verdad

esto es algo que los hombres no aprenden jamás.

Gracias a la gente, a la gente de todo el país.

FACUNDO CABRAL/ Juana Macedo

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