Si de la vida nos llevamos solo lo vivido,
yo me quiero llevar los
abrazos que rearman,
los que sostienen cuando sientes que te desmoronas, los que dan paz.
Las salidas con amigas,
las charlas interminables,
los consejos que no escuchamos,
las locuras compartidas,
el bailar hasta las tantas y
el volver con los zapatos en las manos.
Los "te quiero"
a escondidas y
los gritados a todo pulmón...
también los susurrados y los callados.
Un muestrario de emociones,
las risas hasta las lágrimas y
las lágrimas que terminan en risa,
las rabias expresadas y
las decepciones guardadas, los riesgos asumidos y los miedos derrotados.
Me llevare los besos largos,
los cortos,
los regalados,
los robados,
los dulces y
los apasionados.
Los besos a escondida y
los de plena luz del día.
Todas las experiencias vividas,
las que disfrute y
las que me dolieron,
las caídas y
los esfuerzos por levantarme,
las veces que toqué el cielo y
las que tocó sacudirme el polvo.
Todas las historias...
las inolvidables y
las olvidadas,
las eternas y
las fugaces.
Los afectos de mi gente,
las vivencias compartidas,
el amor desinteresado,
el cariño inmenso de los míos que me ha rescatado de naufragios.
Llevaré todo lo que pueda darme la vida sin economizar emociones ni sentimientos, lo bueno y lo malo, lo que hizo que valiera la pena vivirla sin arrepentimientos vanos!
Me llevaría todos esos momentos que me hicieron sentir que valió la pena vivir la vida que Dios soplo
en mi.
Autor: desconocido
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